domingo, 19 de enero de 2014

SAG Awards 2014: Parte I


Como os prometí, lo primero que pienso hacer hoy es ofreceros un repaso lo más completo posible a la alfombra roja que se llevó a cabo anoche, tal y como ya hicimos en los Globos de Oro.

En el caso de los SAG Awards, volvemos a encontrarnos con una alfombra roja de actrices pertenecientes tanto al mundo del cine como al de la televisión, encontrando grandes looks en ambos casos.

Sin embargo, toca comenzar con las peor vestidas de la noche:




Con todo el dolor de mi corazón, tengo que decir que Kerry Washington nos hundió anoche en la peor de las miserias. Vale que esté embarazada y todo lo que tú quieras, pero precisamente por eso yo ni me hubiera planteado escoger este conjunto de Prada. El hecho de querer enseñar el abdomen en un evento de esta categoría ya es un error de por sí, pero lo peor sin duda son las antiestéticas arrugas y el brillo de su falda de Mikado de seda. Por otra parte, por mucho que las mangas de su top en aplicaciones fucsia intenten aportar algo de sofisticación, la línea del bajo queda desdibujada y no complementa bien con el talle alto de la falda. Y lo mejor es que ella sonríe... al parecer inconsciente de las críticas que probablemente recibirá en muchos medios de comunicación.




Aunque Juliette Lewis tampoco se quedó corta, pues su vestido (o cortinas enrolladas) de Vivienne Westwood era un desastre andante. Por mucho que en el diseño apreciemos el característico escote de la creadora británica y el bonito drapeado de la cintura, el estampado floral más típico de un mantel nos impide plantearnos siquiera si esto nos puede gustar. Además, digamos que su pelo a lo drama de época tampoco es que ayude mucho... En fin, un error garrafal.




Meryl Streep siendo Meryl Streep. Normalmente la dejo fuera de cualquier clasificación, porque todo el interés que tiene en ser buen actriz lo pierde sobre la alfombra roja, pero en este caso debo admitir que me faltaban peor vestidas. Su vestido de Stella McCartney no es ningún fallo, al menos no para ir a un funeral, pero para posar en la alfombra roja de los SAG cuando estás nominada... pues se queda un poco corto.




Emma Thompson, otra de las actrices de la vieja escuela, tampoco destaca por ser un portento sobre la red carpet. En realidad, no me ha sabido nada mal que los Óscars se olviden de nominarla, pues gracias a su ausencia veremos a Amy Adams en esa gran noche (y ya os aseguro que, si lo hace como anoche, valdrá la pena). En el caso de Emma, vemos como la actriz luce un diseño de William Vintage con aplicaciones cristalinas en el bustier y un extraño corte en la falda. Y sí, llevaba unos zapatos planos que ya le hemos visto como cien veces. Muy en su estilo.




Los vestidos de Rochas molan, pero no cuando se los pone alguien como Sarah Paulson. Y no me puedo resistir a hacer el chiste: anoche, el horror americano era ella (apunte: es actriz de la serie American Horror Story). Como no quiero hacer daño, solo diré que el vestido es algo diferente, pero diferente en el mal sentido. No me gusta nada la falda, que más bien parece unas enaguas, y los complementos en plateado no terminan de encajar con la dulzura que debería desprender el vestido. Además, la "cara de encanto" de Sarah al posar es impagable...




Si hay alguien que pudiera salvarse de esta entrada, esta es sin duda Hannah Simone. En principio, el vestido de Marchesa que escogió la actriz de New Girl es bastante acertado, pues la falda plisada y las aplicaciones florales en la línea redonda del cuello son muy bonitas, así como también el palidísimo color lavanda que protagoniza el diseño. No obstante, esto es un ejemplo perfecto de cómo arruinar un estilismo por culpa del look de belleza, pues el efecto deshecho del recogido y la base demasiado pálida del colorete han condenado este estilismo al fracaso.




Muchos dirán que el vestido que llevó anoche Claire Danes era una apuesta distinta y original, pero a mí me parece simplemente feo. Personalmente, creo que el principal problema es la excesiva combinación de tejidos: paillettes, tul, crêpe de seda,... Además, fijaos en el antiestético efecto que crea el tul en la transparencia superior, afeando tremendamente la imagen del busto de la actriz. Por otra parte, la melena suelta no le hace ningún favor y la oscura sombra de ojos azul noche resta luminosidad al rostro de la intérprete. Para mí, esto es un no.




Que lleves un mono firmado por Valentino y que parezca más bien un mono de esos que venden en los mercados playeros no debe de ser muy agradable... Pues eso fue lo que le ocurrió anoche a Julia Roberts. Por romper una lanza en su favor, creo que la culpa la tiene el estilista que haya escogido esto (o, en primera instancia, la firma Valentino por diseñarlo), ya que los pantalones de pata de elefante con largo por el tobillo no son lo que podríamos llamar precisamente favorecedores. Y la parte superior tampoco es que la estilice demasiado, vamos a dejarlo así. Eso sí, todo un acierto su melena y su maquillaje tan naturales.




Muchas dudas he tenido respecto a incluir a la actriz Malin Akerman en esta entrada, pero es que creo que su vestido de Naeem Khan no hay por dónde cogerlo. En principio, el vestido de cuentas combina acertadamente una clara inspiración tribal con la tendencia decorativista del llamado Art decó, pero en algún punto esto se desequilibra y crea un efecto no demasiado favorecedor. Lo que me desconcierta es que el clutch negro encaja, del mismo modo que su depurado look de belleza, así que soy incapaz de determinar por qué la actriz no me vende su estilismo. ¿Será la extraña combinación en la zona del bustier o es que simplemente este vestido es demasiado? Si alguien encuentra la respuesta, que me lo explique...




Y cerramos la entrada con una de las más arriesgadas de la noche, Natalie Dormer de Marios Schwab. Lo primero que he visto es el efecto rapado de la mitad de la cabeza de la actriz, y ahí ya casi no necesitaba ni seguir mirando hacia abajo. Pero la cosa no ha mejorado al ver la inspiración punk de su vestido, que destaca por sus mangas con efecto troquelado. No es que sea un gran error, pero a mí simplemente no me suelen gustar este tipo de estilismos.

Volvemos enseguida con más looks.

O.

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