lunes, 13 de enero de 2014

Globos de Oro 2014: Parte I


Comenzamos bien temprano nuestro repaso a la alfombra roja de los Golden Globes 2014. Aunque quería reducir el número de looks a comentar, todavía me ha quedado la friolera cantidad de 42 estilismos a los cuales hacer frente.

A modo de resumen, os diré que esta edición ha sido toda una sorpresa, pues algunas de las veteranas actrices de Hollywood han fracasado sobre la red carpet, mientras que los looks más destacados nos los han regalado rostros jóvenes que aparecen con bastante asiduidad en el blog.

¿Con ganas de empezar? Pues veamos primero las que, a mi gusto, son las peor vestidas de la noche:




Una de mis mayores decepciones de la noche ha sido la actriz Sandra Bullock, que apostaba por un poco favorecedor vestido de Prabal Gurung. En teoría, y de acuerdo con como veíamos este vestido en el lookbook, el estilismo prometía ser bueno. No obstante, este es uno de esos vestidos que funcionan mejor en editoriales de moda, pues solo unos buenos efectos lumínicos son capaces de disimular el brillo y las antiestéticas arrugas del tejido. Agradecemos a Sandra que apostara por el color, pero creo que en esta ocasión no le ha salido todo lo bien que debería. Eso sí, un look de belleza perfecto y muy fresco.




Menos sorprendente es que Lena Dunham esté entre las peor vestidas de la noche, pues su pose de camionera afea cualquier vestido que se ponga. Como amante que soy del amarillo y de los volúmenes esculturales de los diseños de Zac Posen, no puedo perdonarle que se cargara un diseño tan bonito de este modo. Además, por decirlo finamente, digamos que no la estiliza...




Otra en abusar de los volúmenes (y del bronceado, y de las mechas, etc.) fue Sofia Vergara, que se enfundó en otro dramático diseño de Zac Posen. Normalmente, aunque nos quejamos de que la actriz de Modern Family tenga un estilo un tanto aburrido, suele escoger vestidos de corte sirena que marcan sus sinuosas y femeninas curvas. Sin embargo, en esta ocasión vemos como una voluminosa falda cobra un protagonismo quizás demasiado evidente. ¿Lo mejor? El toque turquesa de su collar.




La también actriz de Modern Family Julie Bowen tampoco estuvo muy acertada anoche, pues su diseño de Carolina Herrera es feo a más no poder. Generalmente, la actriz destaca por su elegancia, pero en este caso no hay por donde coger el vestido: por mucho que nos gusten las combinaciones de color arriesgadas (en este caso, morado y frambuesa), la innecesaria mezcla de texturas, el brillo de la falda satinada y la extraña caída del bajo terminan por estropear este look. Tampoco nos convence el toque naranja de clutch aterciopelado, que añade un color innecesario.




Los vestidos de Donna Karan nunca han sido santo de mi devoción, y el que llevó anoche Anna Gunn no es una excepción. De entre todos los vestidos nude que vimos en la alfombra roja, y fueron muchos, este es uno de los que sale peor parados. Si lo viéramos de frente, todavía nos convence, pero la monstruosidad de la cola (donde sobra tela por todas partes) no es algo que resulte agradable a la vista... En fin, sobran más comentarios.




Otra de las habituales en estas listas es Heidi Klum, que tampoco sé muy bien qué pintaba en los Globos de Oro. Y ya lo sabéis: cuando la modelo se junta con un vestido de Marchesa, el resultado promete ser malo. En este caso, aunque no sea un gran desastre, creo que las transparencias laterales se vuelven demasiado insinuantes, y la inspiración lencera termina por resultar vulgar. Del mismo modo, era digna de verse la cola, donde no cabía más tul. Para mí, esto es un no rotundo.




Tampoco me convence Emma Roberts, por mucho que ahora los blogs se empeñen en decir que es la nueva "chica de moda". Para desfilar sobre la alfombra roja, la actriz escogió un vestido de Lanvin más bien soso, que mejora un poco si vemos los volantes de la falda en movimiento. Por no destacar solo lo malo, diré que lució uno de los escotes más originales de la noche y que supo aportar un toque de color gracias a sus pendientes de turquesas (fijaos en que es la misma combinación de colores que llevaba Sofia Vergara).




Demasiado fuera de lugar, para mi gusto, estaba el estilismo de Elizabeth Moss, que pasó sin pena ni gloria sobre la alfombra roja. De nuevo, el vestido de J. Mendel debía de mejorar bastante en movimiento, pues las aplicaciones geométricas en color borgoña oscuro eran toda una preciosidad. No obstante, la falta de actitud de la actriz a la hora de posar y la ausencia de complementos provocan que termine por resultar un estilismo aburrido.




De todas las aberturas en la pierna de la noche (que, por desgracia, siguen siendo tendencia), una de las menos acertadas fue la del vestido de Tom Ford que llevaba la joven Hayden Panettiere. Independientemente de esto, las arrugas del tejido (causadas porque el diseño no estaba bien ajustado) y la poca gracia de la disposición de los paneles geométricos terminan por causar el acortamiento de la figura de la actriz. Además, el exagerado efecto mojado de su pelo tampoco es algo que termine de encajar en la estética general del look.




Tina Fey, una de las presentadoras de la gala, tampoco acertó con su vestido de Carolina Herrera. De nuevo, puede que el estilismo funcionara en la teoría, pero al aplicarlo sobre la red carpet vemos como la figura de la actriz termina por acortarse visualmente, en gran parte por la caída tubo totalmente redonda de la falda del vestido. Le agradezco el atrevimiento, pero cuando os muestre luego el mejor Carolina Herrera de la noche, entenderéis por qué los errores de este look son más que evidentes. Eso sí, fantástico su maquillaje lleno de luz y su natural melena suelta.




Ya os dije que no veo el nuevo color de pelo que lleva Kate Mara desde esta semana pasada, y me sigo reafirmando en lo dicho. Aunque ojalá el problema fuera ese... Porque anoche eché mucho en falta el estilo coqueto e infantil del que suele hacer gala esta actriz, nada que ver con el atrevido vestido de J. Mendel que eligió para la ocasión. No es que el vestido me disguste, porque la estructura a partir de plisados es una maravilla, pero algunos elementos como el exagerado escote me hacen pensar que este vestido no era para ella.




Si una bibliotecaria tuviera que posar sobre la alfombra roja, probablemente lo haría con el vestido de Dolce & Gabbana que llevó anoche Julia Roberts. Sabemos que la actriz no es muy dada a arriesgar, pero incluso esto es demasiado para ella. Además, aunque estén de moda las superposiciones de vestido y camisa o pantalón vaquero y falda, ya sabéis que eso solamente les sale bien a unas cuantas... Y no creo que Julia Roberts sea amiga del club de Olivia Palermo. Sinceramente, esto es una pena, porque quitándole la camisa y dejándolo en un sencillo escote palabra de honor, creo que el look hubiera mejorado bastante, por mucho que resultara algo muy visto. Esperamos más de Julia en los próximos eventos.


Y cerramos esta primera entrada con un estilismo que creará discordia entre nosotros, ya os lo digo:




Muchos pensaréis que Jennifer Lawrence iba guapa y que yo la coloco en esta entrada porque la odio (que la odio, eso ya os lo digo yo), pero puedo intentar justificarme. Vale que su vestido de Dior puede ser hasta bonito y much@s lo veréis así, pero yo todo lo que veo son pegas. Antes que nada, debo decir que los vestidos de inspiración nupcial nunca me han gustado como opción para la alfombra roja, y este no es de los mejores que he visto. Por otro lado, a mí este vestido (que pertenece a la colección Fall 2013 de Dior, que en su día ya no me gustó mucho) me parece un edredón enrollado al cuerpo con dos tiras negras, si os soy sincero. Y aquí viene mi matiz: por mucho que no sea nada fan del estilo de Jennifer, en este caso la culpa la tiene el vestido creado por Raf Simons, pues creo que ni siquiera Marion Cotillard sería capaz de venderme este look (y eso ya son palabras mayores). Ah, y hay otro motivo: el otro Dior que vimos anoche en Emma Watson y que luego comentaremos.

Hasta aquí la primera entrada. Volvemos enseguida con más.

O.

No hay comentarios:

Publicar un comentario