sábado, 21 de septiembre de 2013

Estilismos de series: La versión adolescente de Carrie Bradshaw

Aprovechamos el fin de semana de descanso antes de los Emmy 2013 para recuperar una sección que tenemos un poco abandonada: los estilismos vistos en las series de televisión.

En la década de 1990, Carrie Bradshaw, la protagonista de Sexo en Nueva York fue un referente indiscutible para la moda del momento. Hace un tiempo, ya le dedicamos una entrada a este personaje, interpretado por la fabulosa Sarah Jessica Parker, que podéis recordar aquí.

Pero los tiempos cambian y las series de TV, una vez agotadas las ideas, se han decidido por recuperar antiguos argumentos. Así, en la serie The Carrie Diaries, vemos a la actriz AnnaSophia Robb en el papel de una jovencísima Carrie Bradshaw en su época de instituto, allá por los años ochenta. ¿Provocará esto que la estética ochentera vuelva a estar de moda? Vamos a verlo.




Ya en la carátula de la serie reconocemos algunos de los elementos que hicieron famoso el estilo de la Carrie adulta: la falda tipo tutú, los rizos de su melena rubia, la combinación ecléctica de colores... Debo decir que todavía no he visto ni un solo capítulo de la serie, pero está en mi lista de visualizaciones pendientes (para cuando tenga tiempo libre y eso).




Sin duda, ya veréis a lo largo de estos looks como los estilistas de la serie se emplean a fondo. De hecho, es ver este primer look y pensar: "¡Ochentero totaaal!". El vestido, diseñado por la firma  Ronny Kobo ‘Solange’ vintage, es una preciosidad, sobre todo si tenemos en cuenta su favorecedora silueta con péplum. Por otro lado, también adoro el toque amarillo en la puntera de los zapatos. Tanto en la Carrie adulta como en la adolescente, el color está más que presente.




Si los ochenta se vuelven a poner de moda, espero no ver esto por la calle. Para la serie está muy bien, pero esperemos que esto quede en el mundo de la ficción. Sin duda, aquí vemos uno de los elementos más típicos del vestuario de Carrie: una falda con mucho vuelo y una especie de enaguas de tutú en la parte interior. Eso sí, lo que me tiene fascinado son sus peep-toes en colores fluorescentes, los cuales sí me gustaría ver en alguna famosa del mundo real.




La ventaja de ser una Carrie más joven es que la gama de looks posibles es mucho más amplia. En este caso, adoro que haya escogido un peto para sacar su lado más juvenil (además, volveremos a ver los petos este otoño, os lo aseguro). Sin duda, el toque de las bailarinas atadas al tobillo con cintas es maravilloso.




Aquí vemos a la Bradshaw en todo su esplendor: falda tutú con lentejuelas, chaqueta de animal print, pelo con un poco de cardado y complementos en un intenso color rojo. Esto es ser Carrie Bradshaw: exceso y diversión.




Sin duda, las chaquetas denim en varios colores y los vestidos con vuelo son las prendas básicas del armario de la joven Carrie. Agradezco enormemente a los estilistas que nos aporten combinaciones tan fantásticas como esta: aunque estemos ante un look claramente ochentero, no me molestaría verlo por la calle durante esta próxima temporada. Además de buen gusto, nos brindan momentos atemporales dignos de admirar.




También hay momentos donde se saca a relucir el lado más dulce de Carrie, que resulta igualmente fashionista. Y, además, original, porque el vestido con gafas de sol estampadas es simplemente delicioso. De nuevo, los estilistas logran encontrar el calzado ideal para el vestido, creando otro look de 10.




Pero no nos vayamos a creer que todo lo que traen los 80's es bueno, porque hay looks como este que nos quitan la idea de la cabeza. Por mucho que me encante el contraste entre el fucsia y el verde pistacho, este estilismo no me termina de convencer, puede que por el exceso de colores (a mi parecer, debería quitarse o el naranja del cinturón o el azul de los complementos) o por la silueta (la falda tiene un vuelo tan exagerado que parece la pantalla de una lámpara).




Eso sí, exceptuando esos pequeños resbalones estéticos, Carrie nos reconquista enseguida gracias a estilismos como este. Adoro la viveza del estampado floral que aparece en este vestido (ya podrían aprender los de Dolce & Gabbana), así como la contraposición entre los distintos tonos verdes del diseño. Si nos fijamos en el escote, vemos un buen reflejo de la estética pip-up que arrasaba por aquel entonces. Un look muy bueno y adecuado.




Ante todo, Carrie Bradshaw es exceso. Por eso no nos sorprende el hecho de verla enfundada en un abrigo con estampado de maxi pata de gallo, ni con unas medias de encaje. No ponemos en duda que este look es demasiado, pero por cosas como esta es por lo que Carrie nos enamora.




Id cogiendo ideas para este otoño: abrigo tipo gabardina, vestido con estampado a topos... Pero, en este caso, lo que más me interesa no es su look, sino su bolso personalizado. Mirad:




Es simplemente maravilloso. Nunca olvidaremos los Manolo Blahnik de la Carrie adulta, así como también mantendremos en la memoria los Roger Vivier de nuestra querida Blair Waldorf. Pero les ha salido un digno competidor: el bolso personalizado de la Carrie adolescente. Lo cual me hace preguntarme: ¿Se pondrán de moda los bolsos con el nombre de las famosas? Este lo tenemos fácil de hacer: con unos cuantos colores de esmalte de uñas, y listo.

Os dejo un tutorial de D.I.Y. (Do It Yourself = Hazlo tú mism@) donde una chica hace su propia versión del bolso de Carrie:





Bueno, ¿qué os parece la Carrie Bradshaw adolescente? ¿Copiaréis su bolso estrella? Si lo hacéis, enviadme fotos con el resultado.

O.

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