lunes, 3 de marzo de 2014
Lo mejor de las fiestas post-Oscars 2014: Parte I
Después de atender nuestras obligaciones académicas y de descansar un ratito, volvemos con más estilismos que nos dejó la noche de los Oscars. Porque muchas famosas acudieron directamente a las fiestas organizadas por Vanity Fair y Elthon John, mientras que otras que ya habían estado en los Oscars 2014 se cambiaron de modelito.
Pero antes, quiero comentar un último look de la ceremonia, el que llevó la cantante Pink para poner en escena Somewhere over the rainbow, homenajeando así a El mago de Oz.
Pocas veces hemos visto a Pink tan espectacular, aunque ya sabéis que los vestidos de Elie Saab son siempre la mejor de las garantías. En este caso, la cantante optó por un vestido de la colección Haute Couture Fall 2013 que destaca por su principesco corte y su exquisito color granate, que deslumbra gracias a las múltiples aplicaciones cristalinas que vemos a lo largo de su caída. Si hubiera posado en la alfombra roja, fácilmente hubiera entrado entre las mejores de la noche.
Nuestra mejor vestida de la noche (al menos la mía, porque P. se declara fan incondicional de "Team Cate") cambió su vestido de Gucci Première por un depurado diseño firmado por Carolina Herrera. Como suele ser habitual en muchas de las creaciones de la venezolana, este vestido destaca por su maravillosa inspiración clásica, con detalles tan bonitos como la falda a base de fruncidos o el escote tipo Diana. Eso sí, pese a que nos regala una imagen casi de diosa griega, yo me quedo con su look de la ceremonia.
Tampoco mejoró Lupita Nyong'o, pues el diseño de Miu Miu que lució no llegaba ni a la suela de su anterior Prada. Posando sonriente con su Oscar, la actriz lucía un diseño de corte más entallado con unas originales cuentas en color verdoso que caían por el busto desde la línea de escote. No es un mal estilismo pero la imposibilidad de cambiar el maquillaje de la gala para adaptarlo a este diseño impide que la impresión general sea del todo buena.
Muy distinto es el caso de Anne Hathaway: si bien su vestido de Gucci era suficiente para colarse entre los mejores de la noche, advertíamos que hemos visto estilismos mucho mejores en la actriz. Y una prueba de ello es el que llevó apenas un par de horas después, con un precioso vestido firmado por Viktor & Rolf. Sin duda, la contraposición entre la bonita falda columna en blanco y el dramático bustier en paillettes negras con surcos también en blanco nuclear es mucho más interesante que aquello que nos mostró en la alfombra roja. ¿Mala decisión de Anne o de su estilista?
Puede que opine igual en el caso de Kate Hudson, pues su vestido de Zuhair Murad era bastante más discreto que el Versace que llevó en los Oscars pero sin dejar por ello de estar a la altura. Como es típico en los diseños de esta firma, los bordados en negro con aplicaciones a tono son los protagonistas del vestido, que juega con las transparencias de tul y termina por crear una especie de "segunda piel". De nuevo, un look de belleza impecable.
El estilismo de Jennifer Lawrence me produce sensaciones encontradas... Por un lado, me alegro de que le fuera infiel a la casa Dior para lucir un vestido de Tom Ford, que destaca por el bonito juego de reflejos que consigue a partir de su superficie casi cristalina. Sin embargo, tenemos de nuevo el problema del look de belleza, pues un peinado hacia atrás con tanto volumen no encaja con la juventud y la frescura que deberían transmitirnos este look. Y eso los estilistas deberían pensarlo...
Y no creáis que Pink fue la única en confiar en Elie Saab, pues otras tres famosas lo hicieron, aunque con resultados bastante desiguales entre ellos:
Si Karolina Kurkova, que es una modelo cuya figura despierta envidias en medio mundo, no logró lucir de un modo favorecedor este vestido, eso es porque nadie puede. Y esta vez sí que tienen la culpa sus estilistas, pues cogieron un coqueto vestido corto de silueta patinadora e insistieron en crear un nuevo corte recto con falda en doble largo... cosa que por lo general no suele salir bien. Además, los bonitos volantes del busto han sido sustituidos por un sostén que queda a la vista, cosa que todavía me gusta menos. Para mí, esto es un no.
Kate Beckinsale siempre va guapa, porque lo es, pero anoche hizo bien en no pasarse por la ceremonia, pues hubiera corrido el riesgo de que la confundieran con una estatuilla. No obstante, yo la adoro por cosas como esta, porque la actriz rescato un vestido de Elie Saab nada más y nada menos que de la colección Spring 2003. Debemos tener en cuenta también que el tono en bronce y los cortes laterales suelen ser síntomas de vulgaridad (si no que se lo digan a Jennifer López...), pero Kate los defiende con maestría.
Pero, junto con el Elie Saab de Pink, yo me quedo con el que llevó Evan Rachel Wood, perteneciente a la misma colección. No creo que haga falta comentar mucho la bonita silueta columna o la sensación de movimiento que transmiten las aplicaciones, pues el claro protagonista en este caso es el precioso color verde esmeralda. Otra que hubiera figurado entre las mejor vestidas sobre la alfombra roja...
En nada, la segunda parte de esta entrada con famosas como Diane Kruger, Elizabeth Banks, Zooey Deschanel o Taylor Swift.
O.
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