viernes, 21 de agosto de 2015

"El secreto de Adaline" o la elegancia atemporal de Blake Lively


Hace ya (casi) un par de semanas tuve la oportunidad de ver en el cine El secreto de Adaline, una película que esperaba con ganas tanto por la reaparición de Blake Lively (que para mí siempre será Serena van der Woodsen en Gossip girl) como por el repaso a la moda del siglo XX y parte del XXI que prometía ofrecernos. Y, junto con un argumento más que correcto, lo cierto es que la película no decepciona.

Al publicar una foto del filme en mi Instagram, una lectora me dio la idea de dedicarle una entrada y aunque últimamente he estado más atareado de lo que me gustaría, más vale (algo) tarde que nunca:


Adaline es una joven de mirada melancólica que esconde un secreto: desde que sufriese un accidente de coche con un rayo de por medio, es incapaz de envejecer. No voy a entrar en si la película pasa de ser un drama romántico con un inusual toque de ciencia ficción o no, pero es innegable que uno de los mejores logros del filme es su cuidadosa reconstrucción de varios momentos históricos, misión en la que el vestuario juega un importante papel.


Comenzamos con una Adaline en la década de los años veinte muy bien caracterizada, con elementos como los abrigos largos, los vestidos por el tobillo de corte fluido o los sombreros que reproducen a la perfección la indumentaria de la época. Poco vemos de la siguiente década, los años 30, aunque la boda de nuestra protagonista es un momento clave y su vestido con recatada manga larga nos enseña la moda nupcial de aquellos tiempos.


Pese a que su aspecto físico queda estancado en los 29 años, la mentalidad de Adaline sí evoluciona y por ello podemos ver a una mujer de delicada y juvenil belleza vistiendo de un modo algo más conservador. Es el caso de los años 40, pues complementos como el collar de perlas o los sutiles tocados reflejan esa madurez interior de la protagonista. Respecto a la siguiente década, los mayores cambios vienen de la mano de una gabardinas de toque masculino (comienza la "liberación" del cuerpo femenino en la ropa de invierno) y los pañuelos anudados al cuello de marcada inspiración afrancesada.


Sin lugar a dudas, la labor del equipo de diseño de vestuario encabezado por Angus Strathie (ganador del Oscar por Moulin Rouge) debería ser considerada en los premios oficiales, pues la indumentaria de Adaline Bowman logra posicionarnos en todos y cada uno de los momentos históricos que vive el personaje, siempre de la mano de un magnífico trabajo de los departamentos de maquillaje y peluquería. Cual mujer moderna, Adaline vive las dos siguientes décadas con una vestimenta mucho más cosmopolita sin abandonar ciertos toques conservadores (como el pañuelo en la cabeza clásico de los 60's) y también su peinado es testigo de ese cambio, pasando de una melena midi con ondas a una melena larga con flequillo que recoge eventualmente.


Menos lejos nos quedan las últimas décadas de la película, aunque Adaline sigue manteniendo sus gustos iniciales sobre moda. En este sentido, otro gran logro de Strathie lo encontramos en la capacidad de incluir diseños de épocas pasadas (a los que hoy llamaríamos vintage) en el vestuario contemporáneo de la protagonista, contando así su "historia secreta" a partir del vestuario y haciéndola visible a los ojos avezados en el mundo de la moda. Puede que Adaline solamente tenga 29 años en apariencia, pero sus estilismos nos muestran a una persona llena de experiencia y sumida en su distante melancolía.

Por supuesto, no podíamos despedir este repaso estilístico a la película sin comentar el look más emblemático de todos:


El vestuario del filme no nos remite únicamente a la colaboración entre Blake Lively y Angus Strathie, pues la casa de modas Gucci (recordemos que, fuera de las pantallas, la actriz trabaja como imagen para esta firma) está detrás de algunas de las piezas más emblemáticas. De todas ellas, destacamos un vestido que Adaline utiliza en dos Nocheviejas muy distintas... la de 1945 y la de 2014. La misión era conseguir un vestido de elegancia eterna que, con maquillajes y peinados distintos, se adaptase a dos épocas que (aparentemente) nada tienen que ver entre ellas.

Esta película nos hace plantearnos muchas cosas, entre ellas que la moda es cíclica y que las tendencias de otras épocas (para bien o para mal) terminan siempre volviendo de algún u otro modo. Con esta reflexión, ponemos punto y final a una entrada que llevaba ya algo de tiempo guardada en el cajón.

Ahora os tengo que decir que ha llegado el momento de tomarme unas vacaciones "de las de verdad" y ello incluye un viaje alejado de Internet (salvo por el Instagram, donde podéis seguir mi actividad). Eso sí, os prometo que el primer día de septiembre estaré de regreso, con fuerzas renovadas y dispuesto a contaros cualquier novedad que haya ocurrido a lo largo de estos días.

¡Un beso y hasta dentro de unos días!

O.

28 comentarios:

  1. Pues tiene biena pinta la peli. Y el vestuario está genial. Un beso.

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    1. Es una película romántica con el añadido de la ciencia ficción. No pasará a la historia del mejor cine pero se deja ver de un modo muy agradable. ¡Besos!

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  2. Pues me has animado a ver la película que no la he visto. Un abrazo
    El blog de Sunika

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    1. Seguro que te va a gustar, está entretenida y es muy amena de ver. ¡Besos!

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  3. Pues tendré que verla, el último vestido es totalmente atemporal, la elegancia y el buen hacer nunca pasa de moda.
    Saludos.

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    1. ¡Totalmente de acuerdo! Yo no lo hubiese dicho mejor, la elegancia y la maestría de las mejores casas de moda siempre está vigente.

      ¡Besos y ya me contarás qué te parece el filme!

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  4. Que vayan genial las vacaciones, seguro que te las mereces mucho!! A disfrutar y descansar mucho!

    Un beso!

    Eli

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    1. ¡¡Muchas gracias!! Ya os contaré, pero descansar poco (yo soy más de perderme por claustros, museos y catedrales jajajja). Besos :)

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  5. A mi la película no me llama nada, solo la vería por el vestuario, me encanta el vestido de la última foto.. Muy elegante!
    Un beso, disfruta de las vacaciones!

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    1. Pues la peli me gustó más de lo que esperaba y desde luego el vestuario es un gran punto a su favor. ¡Besos!

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  6. Adoro volver de mis vacaciones sin Internet y encontrarme con este tipo de entradas.

    Aunque, debo confesar, lo primero que he hecho ha sido mirar lo que me he perdido en tu rinconcito de la web, esta entrada me ha llamado en especial la atención.

    Esta película la vi antes de marcharme de vacaciones, y me encantó. Tanto el trabajo de Blake, que la tenía encasillada como tú bien dices en esa perpetua Serena Van Der Woodsen, como todos y cada uno de los estilismos de la cinta.

    Y qué decir de ese maravilloso vestido de Nochevieja, del que me quedé enamorada desde el primer instante en que aparece en pantalla. Aunque también juega mucho el tipazo de Blake, todo hay que decirlo.

    Un beso fuerte, y espero que vuelvas de tus vacaciones con energía renovada.

    Saravatial.

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    1. ¡Gracias a ti por pasarte! Yo vuelvo ahora de mis vacaciones y desde luego pienso pasarme a ponerme al día por tu blog. Respecto a la película, la verdad es que tanto la actuación de Blake como el vestuario son fantásticos. ¡Besos!

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  7. ¡¡Menudo post más guay Oscar!! me ha encantado. Hace poco publiqué en FB un video de como iba pasando el tiempo por la moda. Desde luego... todo vuelve. Me ha encantado la entrada.
    ♥ ♥ ♥ Muas♥ ♥ ♥ Un beso enorme y ¡a continuar disfrutando del verano!

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    1. ¡Gracias por tus palabras! Como bien dices, la moda siempre vuelve de algún modo u otro y este filme es un buen ejemplo de ello. ¡Besos!

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