sábado, 29 de marzo de 2014

La octava jornada del Festival de Málaga 2014


La octava jornada del Festival de Málaga, que tuvo lugar anoche, nos presentó una alfombra roja bastante extraña, pues (frente a lo ocurrido el resto de jornadas) predominó esencialmente el vestido corto.

Y, como veremos, esto no tiene por qué ser malo, ya que hubo unos cuantos estilismos de un nivel bastante bueno. Eso sí, no tengo ninguna clara favorita, pues me faltó el look espectacular que toda red carpet debería tener:




Si tuviera que decantarme por alguien, creo que Dafne Fernández y su vestido de la firma española The 2nd Skin serían mi pareja ganadora de la noche. La verdad es que su vestido cuajado de aplicaciones cristalinas en un bonito color rojo es precioso, y está hecho con tanta minuciosidad que me recuerda a los trabajos del couturier libanés Elie Saab. No obstante, elementos como el estilo de la falda corta o el cuello Peter Pan delatan unos aires de modernidad que sí son mucho más característicos de la firma española. Además, sus bailarinas de la casa Pretty Ballerinas me parecen el remate perfecto. Sin embargo, imagino cómo hubiera sido este vestido en largo y pienso que Dafne Fernández ha perdido una gran oportunidad de lucirse.




Otra de las mejores parejas de la noche fue la de Hiba Abouk y su diseño de Dolce & Gabbana, pues la actriz estaba guapísima. Puede que ya estemos aburridos hasta cierto punto de los clásicos diseños en encaje de la firma italiana, pero la verdad es que el color morado de este crea un contraste perfecto respecto al tono de piel de la actriz. El mayor problema viene de la mano de sus complementos porque, aunque entiendo que quisiera apostar por el dorado, su clutch de Jimmy Choo me parece grande en exceso. Mucho más nos gustan su look de belleza y sus finas joyas de Bárcena.




Más moderna fue la apuesta de Toni Acosta, quien se decantó por un vestido del español Nacho Aguayo. Sin duda, lo mejor del estilismo es el color azul klein del vestido, porque a mí los bordados de pedrería a la altura de la cintura (que se supone que son pájaros, aunque yo no los veo) me disgustan bastante, pues rompen el efecto de las proporciones y la armonía que este vestido tendría sin ellos. Los zapatos de Jimmy Choo y el clutch de Swarovski cierran un estilismo sencillo pero correcto.




Eso sí, el estilismo más arriesgado de la noche fue el de Natalia de Molina, que apostaba por un coqueto minivestido con mix de estampados, animal en la parte inferior y floral en la superior. Personalmente, no es un tipo de vestido en el que me fijaría para recomendarlo, pero debo admitir que a Natalia le queda francamente bien. Mención especial merece el clutch en forma de cofre de la maison francesa Chanel, el complemento estrella de la noche.




Bastante más aburrida fue la elección de María Esteve, un sencillo vestido nude de Loewe. Sin embargo, no sé si será por el efecto troquelado de los paneles centrales (que a mí me recuerda a la rejilla de una silla) o por el uso del cuero como tejido, pero creo que termina por resultar una apuesta bastante buena dentro de lo que vimos anoche.

Y cerraremos la entrada con los dos vestidos largos que más destacaron anoche, aunque con resultados bien distintos:




No sé por qué, pero la unión entre la actriz Ana Fernández y la firma británica Vivienne Westwood no me termina de encajar... Y eso que el vestido lo tiene (casi) todo para entrar dentro de los mejores de la noche: una caída bien ajustada, un bustier original con el escote característico de Westwood, detalles modernos como el bolsillo lateral, etc. No obstante, creo que los brillos del tejido así como el color terminan por perjudicar a la actriz, quien tampoco ha sabido dar a su maquillaje la luz necesaria ni perfilar un poco más su melena. Este es un vestido que requería bastante más glamour...




Todo lo contrario me ocurre con Carmen Ruiz, pues creo que ella y su vestido de Max Mara han logrado entenderse a la perfección. Me encanta la inspiración clásica del diseño, sobre todo el drapeado frontal y la caída en cascada que se percibe en la zona lateral. Además, pese al cuello bastante cerrado, ha sido todo un acierto añadir un maxicollar donde el color verde esmeralda se torna en otro de los grandes protagonistas del estilismo. Finalmente, detalles como el recogido con mechones sueltos a ambos lados o el acertado maquillaje logran que acabemos de enamorarnos del look.

Bueno, ¿qué os ha parecido? Yo, por mi parte, me quedo con Dafne Fernández y Carmen Ruiz. Volvemos luego con más estilismos internacionales.

O.

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