miércoles, 19 de febrero de 2014
Estilismos de película: "The Grandmaster"
Después de analizar el vestuario del filme The Invisible Woman, continuamos nuestro repaso a la categoría del Oscar a Mejor Vestuario con la que sin duda ha sido la protocolaria sorpresa que siempre suelen esconder algunas nominaciones de la Academia. Estamos hablando de The Grandmaster, una película rodada en Hong Kong que logró desplazar en la categoría a nombres como The Hunger Games: Catching Fire, Saving Mr.Banks o Inside Lewyn Davis que sonaban con mucha fuerza.
Sin embargo, no debemos desmerecer para nada el trabajo de diseño de vestuario que se ha llevado a cabo en esta cinta, pues ahora veremos que tanto las caracterizaciones de los personajes como la elaboración de su indumentaria son dignas de ser reconocidas (aunque todos sabemos que esto no irá más allá de la sorprendente nominación). Veamos en primer lugar un breve resumen de la película:
Teniendo en cuenta su procedencia, no nos extraña que esta película trate sobre artes marciales, aunque añadiendo en este caso un trasfondo biográfico, pues nos cuenta la vida del maestro Ip Man (quien entrenó a Bruce Lee, interpretado por Tony Leung). En vísperas de la invasión japonesa que sufre el territorio en 1936, asistiremos al enamoramiento del joven maestro hacia Gong Er (Zhang Ziyi), la bella hija de otro maestro de las artes marciales que está apunto de jubilarse. Pero su relación no será nada fácil, teniendo en cuenta que se desarrolla en una de las épocas más tumultuosas, después de la caída de la última dinastía de China.
Nominada tanto en Mejor Vestuario como en Mejor Fotografía, el diseño de la indumentaria de este filme cuenta con el magnífico profesional de la industria William Chang Suk Ping, siendo esta su primera nominación a la estatuilla dorada. No obstante, su trabajo es más que conocido en el continente asiático, pues el diseño artístico de producciones como In the Mood for Love le han valido más de un reconocimiento.
A continuación, vamos a ver algunas instantáneas pertenecientes a escenas de la película, que nos ayudarán a entender la merecida nominación recibida en esta categoría:
Al ver su temática, entendemos que las artes marciales son un elemento clave en la película, por lo que tanto los escenarios como la indumentaria característica de esa tradición milenaria están tremendamente cuidados. Pero la cosa no termina ahí, porque la película abarca desde el año 1911 hasta el 1951, cosa que supone una dificultad añadida, pues el envejecimiento de los personajes y los cambios en la indumentaria de la época son dos aspectos a tener muy en cuenta. Y el equipo de vestuario y caracterización supera con creces el reto, pues vemos como una serie de hechos históricos (el nacimiento de la República de China, la creación de la Unión de las Artes Marciales, la invasión japonesa, la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, etc) modelan de un modo casi imperceptible los cambios de vestuario, consiguiendo así una fina transición entre las épocas casi imperceptible para el observador amateur.
Probablemente, esta sea una de las mejores instantáneas de la película, en la cual vemos a una de las protagonistas en el centro. Si observáis con atención, la indumentaria femenina es una de las más cuidadas, pues se respetan a la perfección detalles como los característicos cuellos cerrados de los diseños orientales o los preciosistas bordados florales que solían aparecer en la indumentaria tradicional china. Otro aspecto muy cuidado son las joyas, todas ellas artesanales.
Mención especial merece Zhang Ziyi, quien interpreta el personaje de Gong Er, actriz que ya se dio a conocer por su papel en la película Memorias de una geisha. Sobre estas líneas, vemos una de las escenas más conseguidas de la película, donde la actriz luce un maravilloso abrigo de pelo digno de verse en movimiento. Además, con la capacidad de los realizadores para captar tan bien un instante concreto, entendemos que el filme también esté nominado en la categoría de Mejor Fotografía.
Y nos despedimos con una imagen que viene a demostrarnos que esta cinta es mucho más que una película de acción, pues el romaticismo y el trasfondo histórico son aspectos muy a tener en cuenta. El propio diseñador de vestuario de The Grandmaster ha afirmado que nunca se prestaría a realizar el diseño de vestuario de una película asiática para la industria de Hollywood... Y la verdad es que lo entendemos, porque al otro lado del charco tienden a caer en una visión de aparente lujo oriental que, la mayor parte de veces, relega el rigor histórico y la tradición a un segundo plano. Sin embargo, en este caso, estamos ante una obra maestra.
Aunque estadísticamente no tenga casi ninguna probabilidad de ganar el Oscar, la Academia ha dado muestra de su buen hacer al nominar esta película, pues supone el reconocimiento del trabajo magníficamente realizado por la industria cinematográfica de otra cultura. Además, puede que ningún entendido en cine hubiera colocado esta película entre sus nominadas, pero ahora todo el mundo reconoce que nos hallamos ante una de las candidaturas más merecidas. ¿Querrán los académicos del gremio de vestuario romper con las espectativas? Atent@s, que nos quedan otras tres películas por analizar.
O.
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