La première de "The Grand Budapest Hotel" en el Festival de Cine de Berlín

Aunque acaba de comenzar el día, ya tenemos unos cuantos estilismos a comentar, así que hoy toca ponernos las pilas.

Para ir calentando motores, nos vamos hasta el Festival de Cine de Berlín, que dio comienzo anoche, celebrándose el estreno del filme The Grand Budapest Hotel con las tres protagonistas de la película. Y, por mucho que sean normalmente garantías sobre la red carpet, debo decir que anoche no terminó de convencerme ninguna de las tres:

Con echarle un simple vistazo al diseño de Prada que lleva Léa Seydoux, entenderéis que el principal problema son las antiestéticas arrugas que presenta el tejido. Teóricamente, elementos como el color rosa neón del vestido o el favorecedor toque de las aplicaciones negras enmarcando la zona del bustier deberían enamorarnos, pero el brillo de la tela y las ya mencionadas arrugas hacen que no funcione tanto como debería. Por lo demás, ninguna objeción, pues es un look más que olvidable pero en ningún caso es un gran error.

En el caso de Saoirse Ronan, los errores son menos evidentes, pero tampoco podemos decir que su estilismos nos termine de convencer. Reconozco que su vestido de satén firmado por Valentino en un profundo y bello color verde esmeralda no resulta demasiado favorecedor, pues la poca definición de la silueta y el largo por el tobillo hacen un flaco favor a la ya de por sí menuda figura de la joven actriz. Nada que objetar en el caso de la diadema tachonada, que respeta la inspiración que vimos en pasarela, ni del brazalete dorado. No puedo decir lo mismo de sus peep-toes negros, una opción poco acertada para mi gusto (en pasarela veíamos unas sandalias planas que quedaban realmente bien).

Y lo que más me duele es que Tilda Swinton, actriz que nos gusta mucho sobre la red carpet, fue protagonista de otro de los fracasos que vimos anoche. Comencemos por lo más evidente, la actriz ha copiado tal cual un look de la colección Spring 2014 de Schiaparelli... sandalias feas incluidas. No solemos ver esta firma en la alfombra roja, así que le reconocemos el mérito de arriesgar siempre, pero en cierto modo ha perdido su habitual gracia. Me explico, las apuestas de Tilda suelen destacar por la inspiración andrógina de sus siluetas (gracias a diseños de Chanel, Lanvin o Haider Ackermann), pero en este caso las poco depuradas líneas de corte han dado lugar a una poco agraciada inspiración masculina... Además, que un look con esas sandalias no tiene razón de ser.

Bueno, hasta aquí el primer estreno del Festival de Berlín 2014. Regresamos luego con otros estilismos a comentar.

O.