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sábado, 22 de febrero de 2014

Estilismos de película: "El gran Gatsby"


Como os decía en entradas anteriores, la gran favorita para llevarse la estatuilla dorada al Mejor Vestuario este año el la cinta The great Gatsby. Si bien su argumento y sus actuaciones han sido más bien recibidas de un modo tibio por la crítica (y lo entiendo, porque Leonardo DiCaprio me suele transmitir poco y Carey Mulligan parece que va perdida más de media película), no podemos negar que la puesta en escena y su cuidada estética la convierten en una clara favorita tanto en este premio como en el de Mejor Dirección Artística.

Antes de pasar a analizar el vestuario, os resumo un poco el argumento de la película para que sepáis la inspiración que debe tomar su vestuario:




Este film nos narra la historia de Jay Gatsby (DiCaprio) un rico y misterioso hombre que pertenece a la alta sociedad neoyorquina de los años 20 y que raramente se deja ver en público. No obstante, aunque el sea rico, se encuentra infeliz y obsesionado por recuperar un amor que dejó escapar años atrás, el de la bella y joven Daisy (Mulligan). ¿Logrará hacerlo en el clima de continua fiesta que vive Nueva York en esa época?

En lo que respecta al vestuario, aunque me gustaría que American Hustle fuera la cinta premiada, debo admitir que el lujo de los "felices años 20" justifica a la perfección una muy lograda estética preciosista que vemos en el magnífico diseño de vestuario, llevado a cabo por Catherine Martin con la colaboración de la fantástica diseñadora milanesa Miuccia Prada:




Y si sois seguidores de esta categoría no os sorprenderá para nada la doble dominación de Catherine Martin en Mejor Vestuario y Mejor Dirección Artística, pues en su día ya hizo doblete con la película Moulin Rouge!, y se alza de nuevo como clara favorita hacia la doble victoria si nadie se lo impide. En mi caso, que solo puedo opinar sobre esta categoría con algo de criterio, veo la victoria bastante clara, pues la diseñadora ha logrado a consciencia las características de ese lujoso período en el que se ambienta la novela de Francis Scott Fitzgerald, viéndose esto especialmente en los femeninos vestidos de cuentas de corte asimétrico con acabado iridiscente. Además, la diseñadora ha contado con la magnífica colaboración de otra de las grandes, la milanesa Miuccia Prada. Esto se ha visto como algo "incómodo", pues Martin no está acostumbrada a que otros se inmiscuyan en su trabajo, pero en esta ocasión ha logrado que los medios de moda como Vogue se interesen por una película en la que, si bien la excelencia actoral destaca por su ausencia, el vestuario inunda la retina del espectador en cada escena.




Por mucho que los trajes masculinos estén perfectamente conseguidos, especialmente el vestuario de DiCaprio (con que Catherine Martin estuvo trabajando desde unos 18 meses antes del inicio del rodaje), la gran estrella más por su indumentaria que por su actuación es Carey Mulligan. En este caso, sin ver el vestido, ya intuimos un estilismo perfectamente cuidado, pues las joyas y la estola de pelo transmiten esa suntuosidad tan típica de esos años. No me resisto a comentar también que el vestuario masculino incluye piezas más arriesgadas que estos clásicos esmoquin, pues en la foto anterior veíamos a la diseñadora junto al emblemático traje rosa que luce el personaje de Gatsby en algunas secuencias, siendo esto un claro ejemplo del romanticismo de este.




Nos cuenta Catherine Martin que llevó a cabo varios viajes, entre ellos a Francia, para buscar algunas piezas vintage que encajaran con la estética de la película. ¿La clave? Siluetas fluidas, cortes al bies y cuentas cristalinas que inundaran los diseños. Por su parte, teniendo en cuenta la tradición peletera de la casa Prada, Miuccia se encargó de la mayor parte de estolas y abrigos que vemos en la película, así como de algunos vestidos directamente inspirados en su colección Spring/Summer 2010.




Además, aunque no estemos tratando esto, es cierto que la ambientación de época que encontramos en las recargadas mansiones logra que los vestidos se encuentren todavía más perfectos para la ocasión. Lo curioso es que Miuccia Prada comenta que, cuando diseñó algunas de las piezas allá por 2010, no estaba pensando para nada en darles ese aire años 20's... y, sin embargo, los vestidos son sorprendentemente adecuados y parecen hechos para la película. Podríamos explicarlo en cierto modo si tenemos en cuenta que la aristocracia estadounidense asistía por aquel entonces a un renacer del estilo europeo. Sea como sea, el hecho de que la mayor parte de piezas no sean vintage termina por dar todavía más prestigio al trabajo, pues es un gran mérito diseñar estas piezas desde la visión de nuestros días.




Y, como en toda campaña por lograr la estatuilla, los carteles promocionales y las editoriales que han dedicado revistas como Vogue hacen que el vestuario tenga de su parte a las grandes figuras de la industria de la moda. Además, debemos tener en cuenta que la película dura algo más de dos horas, por lo que es un escaparate ideal para los nada más y nada menos que 210 diseños que eligió Catherine Martin.




Y, aunque vestir a una inmensidad de actores puede plantearse como un gran reto, Catherine Martin afirma en una de sus entrevistas que para ella fue todo un placer hacer frente a la diversidad de estilos que presentaban desde el más importante personaje hasta el más inadvertido de los extras, pues esto le permitió usar una gran diversidad de cortes, aplicaciones, encajes, estampados, siluetas... Eso sí, destacan especialmente los vestidos realizados para la dulce Daisy (Carey Mulligan), en los cuales vemos fluidas siluetas a veces adornadas con cuentas cristalinas, otras con un preciosista encaje de la magnífica manufactura francesa Solstice (creada en el siglo XIX) y en algunas ocasiones con otros adornos como de inspiración oriental o vaporosos pétalos florales confeccionados en organza.

Por cierto, ¿nunca os habéis preguntado qué pasa con el vestuario de una película cuando esta termina? Pues yo os traigo la respuesta:




En este caso, Prada ha inaugurado una exposición en Nueva York con los diseños de su firma que aparecen en la película, siendo todo un éxito en cuanto a la recepción de público. Luego volverá a la sede de la casa italiana, aunque no se descarta que la exposición pase antes por la capital de Japón, lo cual aumentaría la duración de la exposición al público de estas impagables creaciones. Así mismo, Catherine Martin nos cuenta que la compañía Warner Bros. guarda muchos de los diseños en sus almacenes por si los puede utilizar en futuras películas. Incluso ella misma ha confesado que suele guardarse algún que otro diseño de sus trabajos, aunque concluye que la mejor recompensa para ella no es un vestido guardado en un almacén, sino ver el trabajo finalizado en sí mismo y plasmado en la película.

Como siempre, nos gustaría despedirnos viendo alguno de los bocetos que se han materializado en las magníficas piezas del vestuario de esta película:






Por mucho que yo me haya declarado fan de la sexy estética de los 70's que vemos en La gran estafa americana, debo admitir que entiendo la pasión que han sentido los académicos por el logrado vestuario de El gran Gatsby.

Así pues, si el deseo de reconocer el trabajo de los ya veteranos Michael Wilkinson (American Hustle) o Patricia Norris (12 años de esclavitud) no lo impide, parece que esta categoría ya tiene una clara ganadora.

¿Qué pensáis vosotr@s? Por mi parte, solo me queda esperar que hayáis disfrutado con las 5 entradas dedicadas al Oscar al Mejor Vestuario, en las cuales moda y arte se han fundido para dar paso a cinco películas merecedoras de ganar la estatuilla. Pase lo que pase, estaremos contentos con en veredicto.

O.

viernes, 21 de febrero de 2014

Estilismos de película: "La gran estafa americana"


Si bien las películas The Invisible WomanThe Grandmaster 12 años de esclavitud suponen tres nominaciones más que merecidas al Oscar al Mejor Vestuario, la mayor parte de expertos de la industria cinematográfica coinciden en que American Hustle (La gran estafa americana) y El Gran Gatsby son las películas entre las que realmente se disputa la estatuilla dorada.

Como venimos haciendo hasta ahora, para aquellos que no hayáis visto la película (yo esta sí que la he visto, al igual que El Gran Gatsby, y os la recomiendo mucho), os ofrecemos un breve resumen del argumento:




La película cuenta la historia de Irving Rosenfeld (Christian Bale), un estafador que se dedica a negocios fraudulentos con la ayuda de su preciosa e inteligente amante Sydney Prorsser (Amy Adams), quien se hace pasar por la aristócrata británica Lady Edith Greensly. No obstante, tras ser descubiertos por el agente del FBI Richie DiMaso (Bradley Cooper), tendrán que ayudarle a atrapar a miembros de la mafia y a políticos si no quieren acabar en la cárcel. Mención especial merecen las actuaciones de Amy Adams y de Jennifer Lawrence, esta última como esposa desequilibrada del protagonista.

A nivel de vestuario, que es lo que nos interesa, debo decir que yo quedé maravillado ante la magnífica estética de la película, ambientada en los años 70. Teniendo en cuenta los círculos sociales entre los que se desarrolla la acción y la época, la verdad es que el diseño de la indumentaria está muy bien conseguido. Y no podía ser menos, porque al frente del equipo de vestuario hay un grandísimo profesional:




Sobre estas líneas podéis ver a Michael Wilkinson, responsable del equipo de diseño de vestuario en este film, junto con algunos de los diseños que vemos a lo largo de la película en el personaje interpretado por Amy Adams. Al hablar de este profesional, tenemos que recordar que ha recibido también tres nominaciones en los Costume Designers Guild Awards (los prestigiosos premios del gremio de diseñadores) por títulos como Tron: LegacyEl hombre de acero o la propia American Hustle (nominación de la cual todavía estamos pendientes, pues este año todavía no se han entregado los premios). Con un historial como este, su primera nominación al Oscar podría terminar en victoria.

¿A su favor? La estética de los 70's es tremendamente atractiva, hay piezas vintage entre la indumentaria de la película (cosa que siempre gusta mucho a los académicos de este sector) y la seductora Amy Adams luce sus diseños como nadie. ¿En contra? Sin tener en cuenta que es su primera nominación, American Hustle ha recibido otras 9 nominaciones, pero los expertos dicen que tiene toda la pinta de ser el fracaso de la temporada, pues en todas las categorías hay opciones que suenan con mayor fuerza. En este caso, esa opción sería El Gran Gatsby.




En el caso de los caballeros, los personajes de Bradley Cooper y Christian Bale llevaban los trajes típicos de la época, casi siempre en tonos tierra (salvo en las escenas de sus salidas nocturnas) y con toques de color mediante complementos como podían ser corbatas o pañuelos. Concretamente, si nos fijamos en el personaje de Bale, vemos su deseo de expresar riqueza y sofisticación como modo de dejar atrás sus humildes orígenes en el Bronx, que le impulsarán a dedicarse al mundo de la estafa por su deseo de ascender social y económicamente.




También me gustaron mucho la caracterización y la actuación de Jennifer Lawrence (todo un logro, teniendo en cuenta que en líneas generales esta chica me parece sosa tanto en las películas como fuera de ellas). Sin duda, la inspiración es más que evidente en este vestido de fiesta. Como nos cuenta el propio Wilkinson, se inspiró en archivos de firmas como Gucci, Halston e YSL para diseñar los modelos; también optó en otros casos por adquirir directamente ropa vintage, pasando algunas piezas por un proceso de "reconstrucción". ¿Qué nos transmite el personaje de Rosalyn (Lawrence)? Pues bueno, es una mujer que desea ser sensual pero al mismo tiempo arrastra ciertos aires de ordinariez y un más que evidente deseo de querer aparentar lo que no es.




Pero quien capta toda nuestra atención, tanto a nivel interpretativo como a nivel de vestuario, es la siempre glamurosa Amy Adams, que luce todos los diseños cual diva setentera. Además, como ya decía antes, es una de las mejores bazas del film en la categoría de Mejor Vestuario, pues el gremio de diseñadores ha anunciado que le van a entregar el premio Spotlight Lacoste por su compromiso y su buen hacer a la hora de lucir los diseños de la película. Y es que su personaje era una joya para Wilkinson, pues no lo entenderíamos sin el modo que tiene de vestir. Como veis, a lo largo del filme, Amy luce una serie de provocativos diseños en una amplia paleta de colores que resaltan sus femeninas curvas y poseen siempre un pronunciado escote en V, típico en la época.




Entre los mejores looks de la cinta, podríamos destacar estos dos. En el primero, vemos a la actriz con un abrigo con cuello de pelo vintage y con un sombrero a juego, resultando así un conjunto tremendamente glamuroso. En el segundo estilismo, observamos un vestido de cuero con un pronunciado escote de la firma Halston, complementado con unas gafas de sol de Dior y un bolso y unos pendientes de Gucci (todo ello vintage). Con estilismos como estos, entendemos que La gran estafa americana podría ser una digna ganadora del Oscar.

Pero la era de inspiración disco no sería nada sin las lentejuelas, que protagonizan el mejor diseño de toda la película, a mi parecer:




Un diseño confeccionado a medida para Amy Adams y su momento estelar en la noche del casino. No creo que haga falta decir mucho, pues la sinuosa silueta enmarca a la perfección las curvas de la actriz y el pronunciado escote funciona simplemente de un modo sublime. Esto en nuestros días sería demasiado, ¡pero en los 70's todo es posible!




Otro de los reconocimientos que ha recibido el vestuario es su exhibición en el ArcLight Hollywood, lugar donde se exponen las indumentarias de los films que más han gustado (este año tenemos El HobbitHer...). Visto así, es un digno ganador para el Oscar.

Y, como intentamos hacer siempre que hay dibujos disponibles, nos despedimos con los diseños que llevó a cabo en persona el propio Michael Wilkinson, entre los cuales figuran los vestidos que ya hemos comentado:




Está claro que la estética de los años 70 aparece plasmada a la perfección en la película y, sin duda, Amy Adams es la mejor pareja de baile que estos diseños hubieran podido encontrar. Sin embargo, si hay un rival posible ante la inspiración de los 70's son los felices años 20... y precisamente de ellos hablaremos en la entrada dedicada a El Gran Gatsby, la última nominada que nos queda por analizar, que suena como clara favorita para el Oscar.

O.

jueves, 20 de febrero de 2014

Estilismos de película: "12 años de esclavitud"


Si las dos películas que hemos analizado hasta ahora, The Invisible Woman The Grandmaster, cuentan con reducidas opciones a llevarse el Oscar al Mejor Vestuario, algo mejor posicionada se encuentra la cinta 12 Years a Slave, dirigida por Steve McQueen. Porque a la Academia los dramas sobre afroamericanos le suelen gustar mucho y, a juzgar por sus nueve nominaciones, este no ha sido la excepción.

Antes de comenzar a analizar el vestuario de la película, vamos a conocer un poco su argumento, pues conviene tenerlo en cuenta a la hora de analizar el diseño artístico de la producción y la indumentaria:




Basado en un hecho real, este filme cuenta la historia de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un ciudadano libre de color que es secuestrado para ser vendido como esclavo en una plantación sudista. No obstante, lejos de rendirse ante las adversidades sufridas por los esclavos y la crueldad a la que los somete su patrón (Michael Fassbender), Solomon luchará por conseguir la libertad para poder volver con su familia. Completan el reparto figuras revelación como Lupita Nyong'o, al lado de otros veteranos del séptimo arte como Brad Pitt o Alfre Woodard.




Eso sí, una de las figuras más representativas que aglutina el equipo dirigido por Steve McQueen es la experimentada diseñadora de vestuario y producción Patricia Norris, a quien vemos en la imagen junto con el director de la película. A sus espaldas lleva ya cinco nominaciones anteriores a esta en la categoría de Mejor Vestuario, con los títulos Capricorn OneDays of HeavenVictor Victoria Scarface. Y quizás esta sea la mejor baza de la película en esta categoría: pese a ser una de las mejores diseñadoras de vestuario que ha tenido Hollywood, Patricia Norris todavía no ha recibido el Oscar.

Pero quizás hay algo que juegue en contra de la cinta: sería más un premio a la trayectoria de Norris que al trabajo específico en este caso; pese a que 12 años de esclavitud presenta un diseño de vestuario sublime, los dramas de época sobre afroamericanos son algo "muy visto" en esta categoría, y debemos reconocer que se han visto mejores.




No obstante, sería injusto desmerecer a la película, porque el vestuario está cuidado hasta el más mínimo detalle. Empecemos por el vestuario que lucen Solomon y su familia como ciudadanos libres. Sin duda, lo mejor es que puede presumir de estar en el punto intermedio entre los preciosistas diseños que lucían la aristocracia sudista y los harapos que debían llevar los esclavos. Así pues, vemos cómo Patricia Norris logra captar a la perfección la esencia de una familia libre pero humilde, usando especialmente los tonos tierra en el caso de las mujeres y los grises y azules en el caso de los hombres. Además, la presencia de tejidos con estampado en indianas o el uso de terciopelo en algunas piezas de la indumentaria masculina nos permiten imaginarnos sin esfuerzo la industria textil de la época.




Muchísimo más rica y recargada es la ropa que luce la aristocracia sudista, como vemos en la parte superior de este vestido que lleva la actriz Sarah Paulson (quien interpreta a la esposa del dueño de la plantación). En el caso de esta clase social, abunda mucho más el uso de una reducida paleta de colores que se mueve entre el blanco roto y el beige, para evidenciar su posición acomodada que implica no estar sometidos a trabajar personalmente la tierra (de ahí su interés en mostrar que van, como diríamos hoy en día, "de punta en blanco"). Apreciamos también en el caso de la indumentaria femenina un patronaje mucho más elaborado y unas líneas de corte de clara inspiración victoriana, típica en los "nuevos ricos" de las Américas.




Probablemente, el trabajo más sacrificado a la par que complicado es el de confeccionar la indumentaria de los esclavos. Si por algún motivo merece ser reconocida esta película, aparte de por la trayectoria de su diseñadora de vestuario, es por el gran esfuerzo que esconde este apartado. Al ponerse a diseñar, Patricia Norris se encontró con que no había imágenes de la ropa típica de los esclavos. Así pues, dejando de lado algunos aguafuertes de escasa entidad, la diseñadora tuvo que buscar diseños genuinos de la época, trasladarse a Londres para adquirir ropa de las clases ricas del momento e incluso recoger tierra de las distintas plantaciones donde iban a rodar la película para someter la ropa de los esclavos a un proceso de envejecimiento lo más natural posible. Fue un trabajo diario que requirió esfuerzo y dedicación por parte de todo un equipo de profesionales.

Y no quiero despedir esta entrada sin enseñaros los bocetos que la propia Patricia Norris diseñó como base para la creación de algunas de las piezas del vestuario:







En el primero de los casos, vemos incluso como la profesional ha sido capaz de captar en unos pocos trazos el rostro del famoso Brad Pitt. Aunque sorprende especialmente el último, pues observamos a la perfección el alto nivel de realismo de sus dibujos respecto al resultado final. Impresionante.

¿Puede un vestuario con escaso nivel de sorpresa pero con un impecable trabajo tras de sí vencer este año en la categoría de Mejor Vestuario? ¿Recibirá por fin Patricia Norris la estatuilla que la Academia ya le viene debiendo unas cuantas décadas? Tendremos que esperar a la noche del 2 de marzo para saberlo.

O.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Estilismos de película: "The Grandmaster"


Después de analizar el vestuario del filme The Invisible Woman, continuamos nuestro repaso a la categoría del Oscar a Mejor Vestuario con la que sin duda ha sido la protocolaria sorpresa que siempre suelen esconder algunas nominaciones de la Academia. Estamos hablando de The Grandmaster, una película rodada en Hong Kong que logró desplazar en la categoría a nombres como The Hunger Games: Catching Fire, Saving Mr.Banks o Inside Lewyn Davis que sonaban con mucha fuerza.

Sin embargo, no debemos desmerecer para nada el trabajo de diseño de vestuario que se ha llevado a cabo en esta cinta, pues ahora veremos que tanto las caracterizaciones de los personajes como la elaboración de su indumentaria son dignas de ser reconocidas (aunque todos sabemos que esto no irá más allá de la sorprendente nominación). Veamos en primer lugar un breve resumen de la película:




Teniendo en cuenta su procedencia, no nos extraña que esta película trate sobre artes marciales, aunque añadiendo en este caso un trasfondo biográfico, pues nos cuenta la vida del maestro Ip Man (quien entrenó a Bruce Lee, interpretado por Tony Leung). En vísperas de la invasión japonesa que sufre el territorio en 1936, asistiremos al enamoramiento del joven maestro hacia Gong Er (Zhang Ziyi), la bella hija de otro maestro de las artes marciales que está apunto de jubilarse. Pero su relación no será nada fácil, teniendo en cuenta que se desarrolla en una de las épocas más tumultuosas, después de la caída de la última dinastía de China.





Nominada tanto en Mejor Vestuario como en Mejor Fotografía, el diseño de la indumentaria de este filme cuenta con el magnífico profesional de la industria William Chang Suk Ping, siendo esta su primera nominación a la estatuilla dorada. No obstante, su trabajo es más que conocido en el continente asiático, pues el diseño artístico de producciones como In the Mood for Love le han valido más de un reconocimiento.

A continuación, vamos a ver algunas instantáneas pertenecientes a escenas de la película, que nos ayudarán a entender la merecida nominación recibida en esta categoría:




Al ver su temática, entendemos que las artes marciales son un elemento clave en la película, por lo que tanto los escenarios como la indumentaria característica de esa tradición milenaria están tremendamente cuidados. Pero la cosa no termina ahí, porque la película abarca desde el año 1911 hasta el 1951, cosa que supone una dificultad añadida, pues el envejecimiento de los personajes y los cambios en la indumentaria de la época son dos aspectos a tener muy en cuenta. Y el equipo de vestuario y caracterización supera con creces el reto, pues vemos como una serie de hechos históricos (el nacimiento de la República de China, la creación de la Unión de las Artes Marciales, la invasión japonesa, la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, etc) modelan de un modo casi imperceptible los cambios de vestuario, consiguiendo así una fina transición entre las épocas casi imperceptible para el observador amateur.




Probablemente, esta sea una de las mejores instantáneas de la película, en la cual vemos a una de las protagonistas en el centro. Si observáis con atención, la indumentaria femenina es una de las más cuidadas, pues se respetan a la perfección detalles como los característicos cuellos cerrados de los diseños orientales o los preciosistas bordados florales que solían aparecer en la indumentaria tradicional china. Otro aspecto muy cuidado son las joyas, todas ellas artesanales.





Mención especial merece Zhang Ziyi, quien interpreta el personaje de Gong Er, actriz que ya se dio a conocer por su papel en la película Memorias de una geisha. Sobre estas líneas, vemos una de las escenas más conseguidas de la película, donde la actriz luce un maravilloso abrigo de pelo digno de verse en movimiento. Además, con la capacidad de los realizadores para captar tan bien un instante concreto, entendemos que el filme también esté nominado en la categoría de Mejor Fotografía.




Y nos despedimos con una imagen que viene a demostrarnos que esta cinta es mucho más que una película de acción, pues el romaticismo y el trasfondo histórico son aspectos muy a tener en cuenta. El propio diseñador de vestuario de The Grandmaster ha afirmado que nunca se prestaría a realizar el diseño de vestuario de una película asiática para la industria de Hollywood... Y la verdad es que lo entendemos, porque al otro lado del charco tienden a caer en una visión de aparente lujo oriental que, la mayor parte de veces, relega el rigor histórico y la tradición a un segundo plano. Sin embargo, en este caso, estamos ante una obra maestra.

Aunque estadísticamente no tenga casi ninguna probabilidad de ganar el Oscar, la Academia ha dado muestra de su buen hacer al nominar esta película, pues supone el reconocimiento del trabajo magníficamente realizado por la industria cinematográfica de otra cultura. Además, puede que ningún entendido en cine hubiera colocado esta película entre sus nominadas, pero ahora todo el mundo reconoce que nos hallamos ante una de las candidaturas más merecidas. ¿Querrán los académicos del gremio de vestuario romper con las espectativas? Atent@s, que nos quedan otras tres películas por analizar.

O.

martes, 18 de febrero de 2014

Estilismos de película: "The Invisible Woman"


A lo largo de los próximos días, presentaremos una serie de entradas especiales en el blog. En primer lugar, con motivo de los ya cercanos Premios Oscar, vamos a analizar las cinco películas que han sido nominadas a Mejor Vestuario por la Academia.

Y, para comenzar, he escogido la película The Invisible Woman, un filme británico que todavía no hemos podido ver en los cines pero que promete deleitar a todo aquel que sea un buen amante del cine de época. Vamos a conocer un poco más la película:




Basado en la novela de Claire Tomalin, este largometraje británico nos cuenta el enamoramiento entre Chales Dickens (encarnado por Ralph Fiennes, también director del filme) y una chica joven llamada Nelly (Felicity Jones) que se convierte en su amante secreta, justo cuando el primero se encuentra en el momento cumbre de su carrera. Completan el reparto grandes nombres del mundo de la interpretación británica, como Kristin Scott Thomas o Tom Hollander.




Esta película, nominada únicamente en la categoría de Mejor Vestuario, cuenta con el veterano Michael O'Connor a la cabeza del equipo de diseño de vestuario. Nominado también en esta categoría por el film Jane Eyre y vencedor en la misma por La duquesa, el profesional británico aspira por tercera vez a esta estatuilla dorada, aunque en esta ocasión con férreos competidores que lo convierten en una de las opciones menos consolidadas (aunque, con la Academia de Cine de por medio, nunca se sabe...).


Veamos ahora algunas escenas de la película, fijándonos especialmente en el vestuario, mientras os cuento algunos secretos del proceso de creación de Michael O'Connor:




El propio O'Connor explicó en una entrevista que tuvo tres meses para prepararse y hacer frente a este reto, invirtiendo la mayor parte de su tiempo en leer novelas de la época y visitar el Victoria and Albert Museum junto con el director de este. Siendo Dickens un personaje al que le gustaba ser fotografiado, el diseñador de vestuario no lo tuvo demasiado difícil para fijarse en el patronaje, la paleta de colores y los detalles de confección característicos de la época victoriana.




Sin duda, uno de los aspectos más destacables de la película es el magnífico vestuario de las damas, que termina por lucir muchísimo más que el de los caballeros. Una labor llena de mérito, teniendo en cuenta que la mayor parte de las piezas fueron confeccionadas a mano: corsés, enaguas, sombreros, zapatos... Como él mismo explica, cada personaje requiere una caracterización muy al detalle, por lo que pedir prestada ropa de la época victoriana (o cogerla del vestuario de otros largometrajes) no es una solución que llegaran siquiera a plantearse.




También luce mucho el vestuario en las clásicas escenas campestres que aparecen en este género británico, viendo piezas de la indumentaria que merecen casi la consideración de obras de arte. De todos los personajes, nos explica O'Connor, el mayor reto de caracterización lo supuso Nelly, interpretada por Felicity Jones, que empezaba siendo una doncella a la que le gustaba pasar desapercibida para terminar convirtiéndose en toda una dama nada partidaria de llamar la atención. Aquí la vemos en su primera fase, paseando junto a Charles Dickens.




A lo largo de la película, el personaje de Felicity Jones madura, incluso termina envejeciendo. El paso por las distintas edades vendrá también marcado por los cambios en el vestuario, cada vez con mayor sobriedad y con una paleta de colores más reducida, pasando de los juveniles tonos pastel a los más oscuros. Confiesa O'Connor que algunas de sus creaciones para la actriz tardaron en realizarse hasta dos semanas, pues todo estaba cuidado hasta el mínimo detalle.


Y no podemos cerrar la entrada sin ver los dibujos que llevó a cabo el magnífico diseñador, un elemento clave en el proceso de confección:




Aquí observamos ya el primer paso del proceso que llevó a crear el fantástico vestuario de esta película de época, a partir de unos dibujos muy bien logrados y ya con color. No hace falta decir que, próximamente, los diseños de la película formarán parte de las mejores exposiciones de indumentaria de época, pues son un vínculo entre el talento de la industria británica del textil en la actualidad y los aires victorianos que desprende la película.

Bueno, estad atentos porque en los próximos días llegarán al blog los filmes American Hustle12 años de esclavitud, El gran Gatsby y The Grandmaster. ¿Quién se alzará con la codiciada estatuilla a Mejor Vestuario? Indudablemente, aunque las opciones de The Invisible Woman sean a priori reducidas, la estética de época tan bien lograda y su sofisticado proceso de confección son factores que podrían aventajarla respecto al resto de contendientes. ¿Dará la sorpresa en los Academy Awards?

O.