SAG Awards 2015: Las medias tintas de la velada

Después de pasar por el mal trago de ver los peores estilismos de la noche, vamos ahora con una ronda de looks donde las cosas mejoran de un modo más que evidente.

En realidad, esta entrada supone una mezcla entre aquellas actrices de las que esperábamos mucho más y aquellas que lo han hecho mejor que de costumbre. Eso sí, comenzamos por un estilismo que me produce sensaciones encontradas:

Hay actrices que suelen gustarnos lleven lo que lleven y ese suele ser el caso de Julianna Margulies. Porque la protagonista de The Good Wife siempre se las ingenia para ofrecernos algo distinto y justo por eso quiero que su estilismo de anoche me guste... Pero, por más que lo intento, no puedo dejar de sentir que algo falla. Si comparamos este diseño de Giambattista Valli con la versión original que vimos sobre la pasarela, la desaparición de los adornos en la parte superior termina por traducirse en éxito, pues permite que el precioso color azul cobalto se convierta en el protagonista indiscutible del look. Sin embargo, la graciosa caída de la falda que veíamos sobre la pasarela presenta aquí un acabado torpe y poco favorecedor, creando así un serio problema en relación a las proporciones del look. Lo siento, pero para mí es un no.

Otra actriz que suele destacar por su originalidad es Maggie Gyllenhaal, nominada por su papel en la miniserie The Honourable Woman. Si os digo la verdad, creo que me ocurre algo parecido que en el caso anterior, pues intuyo que su vestido de Thakoon debía de ser mucho más original visto en movimiento. No obstante, la caída estática del vestido no es demasiado buena y creo que Maggie tampoco ha acertado en la elección de sus complementos. Ciertamente, diría que su estilismo es peor que el de Julianna, pues al menos la anterior contaba con el factor sorpresa del color.

Decepcionante me parece también el estilismo de Naomi Watts, pues no me creo que la actriz no tuviera nada mejor que ponerse en su armario que este vestido de Balenciaga. Hasta cierto punto, puedo entender que la australiana se enamorara de este vestido, que huye del clásico color negro en favor de un elegante azul navy. Sin embargo, las arrugas del satén de seda son más que evidentes y, más allá del original escote caído (que en realidad ya ni siquiera es original, porque últimamente los vemos a puñados), no encuentro nada que pueda hacerme recordar este vestido dentro de unas horas... Eso sí, su maquillaje y su melena la hacen estar tan radiante como siempre.

Otro de los looks que he intentado que me guste es el de Andrea Risenborough, compañera de reparto de Naomi en la película Birdman. No obstante, en esta ocasión pienso que el vestido, pese a ser muy bonito, no está pensado para una actriz con una silueta tan menuda y tan poca actitud a la hora de posar. En la teoría, el vestido de Escada me encanta, gracias a su luminoso color verde menta y su inesperado detalle plateado en la lazada tipo halter que articula la parte superior del bustier... ¿En la práctica? Pues tengo la sensación de que el vestido lleva a la actriz, cuando todos sabemos que debería ser al revés.

Rara es la ocasión en que las actrices de Downton Abbey no cumplen sobre la alfombra roja, pero creo que anoche nos dejaron dos looks que podríamos calificar sencillamente de "correctos". En el caso de Joanne Froggatt, considero que fue un error el hecho de decantarse por la silueta tipo sirena de este vestido de Honor. Podría haber dejado pasar el escote holgado y mal ajustado, incluso me hubiera planteado ignorar las arrugas de la falda, pero en última instancia resulta evidente que el estilismo en sí no tiene razón de ser. La actriz suele dar en el clavo cuando arriesga mediante siluetas más ajustadas a su cuerpo o mediante su particular uso del color... y, en esta ocasión, no vemos ninguno de los dos elementos.

Más me gusta el estilismo de Laura Carmichael, a quien le sienta particularmente bien vestir con ropa más moderna a la que suele llevar su personaje. De nuevo, este vestido de Vionnet es uno de esos diseños que quiero que me gusten a toda costa, pero vuelvo a tener la sensación de que algo termina fallando en este look. Quizás sea que hubo otra actriz que supo defender mejor el doble largo con parte superior de inspiración masculina, o que el color blanco nuclear estuvo demasiado presente sobre la alfombra roja... Sea como sea, no quiero dejar de admitir que Laura está tan guapa como siempre y que el look supone un gran logro para ella, pero creo que no está a la altura de las mejores.

No se cuelan tampoco entre nuestras favoritas las actrices de Modern family, pues considero que sus dos estilismos dejan bastante que desear. En el caso de Sofia Vergara, ya estamos acostumbrados a que la latina quiera lucir curvas y arrasar por allá donde pasa, pero la hemos visto con otros vestidos en rojo que la favorecían muchísimo más que este custom made de Donna Karan (para mí, el Vera Wang que llevó en los Emmy es insuperable). No estamos ante un mal look, pero vuelve a ser lo mismo de siempre.

Sí se ha equivocado en esta ocasión Julie Bowen, pues el vestido de Georges Hobeika Couture que lució anoche pedía a gritos una actriz más joven. Personalmente, creo que si Sarah Hyland (que está entre las peores vestidas por querer "vestirse de mayor") y Julie Bowen intercambiaran sus vestidos, ambos looks hubieran sido al menos mucho más interesantes. Eso sí, nos gusta la nueva melena en corto de Julie.

Y pasamos ahora a cuatro de las sorpresas de la noche: cuatro actrices que no suelen acertar, pero que esta vez lo hicieron algo mejor que de costumbre. Probablemente el cambio más notable de los cuatro sea el de Sarah Paulson, quien parece haber firmado una tregua con los diseñadores internacionales para dejar de destruir sus vestidos. Lejos de sus controvertidas apuestas, la actriz supo mantenerse clásica con un diseño bicolor de Armani que le sienta francamente bien, aunque quizás pecó de sobreaccesorización al añadir joyas como si las vendieran a peso. Mención aparte merece su melena ladeada, un peinado que no suele ser santo de mi devoción, pero que en este caso encaja a la perfección con el vanguardismo que transmite el look.

Sabiendo que los vestidos no son lo suyo, Julia Roberts acudió a la velada con un mono de inspiración tuxedo perteneciente a la firma Givenchy. Puede que dentro de poco no nos acordemos de este look o que nos sepa a poco, pero me encanta ver que Julia por fin ha logrado posar cómoda y sonriente ante los periodistas. Además, detalles como las solapas en forma de bolsillos o la parte estructurada de inspiración geométrica que vemos a la altura de los hombros lo convierten en una apuesta más que correcta, con la que Julia parece haberse quitado diez años de encima. Bien por ella.

Otra de las actrices que no suele ser demasiado solvente sobre la alfombra roja es Amy Poehler, básicamente porque suele parecer que a ella todo esto de la moda y los posados le da igual... Sin embargo, los pocos estilismos correctos que nos ha dejado sobre la red carpet han venido acompañados por sendos diseños de la británica Jenny Packham, como en esta ocasión. ¿Que no es un gran look? Por supuesto que no, pero Amy está espléndida.

Cerramos esta segunda entrada con la actriz Kaley Cuoco-Sweeting, quien protagoniza una de las sorpresas de la noche. Si hace menos de un año me llegan a decir que la actriz dejaría de lado los tules, la purpurina y el exceso de tela... pues la verdad es que no me lo hubiera creído, y bienvenido sea este cambio. Sin duda, la actriz está muy favorecida con este vestido tipo columna en rojo de Romona Keveza, aunque termine por mimetizarse con la alfombra roja. Ahora sólo nos queda esperar que este cambio de estilo dure...

Bueno, espero que estos looks os hayan gustado más que los anteriores. Dentro de poco daremos a conocer a nuestras favoritas del evento, seguidas por el top 3 de la noche. ¡Ahora llega lo bueno!

O.