Globos de Oro 2015 (Parte II): Las medias tintas

Superado ya el mal trago de los peores estilismos de la noche, ha llegado la hora de comentar algunos estilismos que, si bien mejoran respecto a los anteriores, siguen sin haber destacado tanto como deberían.

Al juntarse estrellas de televisión y de cine en una misma alfombra roja, debemos tener en cuenta que estamos en una de las galas que más looks nos ofrece y ello provoca que algunos se vean relegados a un segundo plano:

El regreso de Jennifer Aniston era uno de los momentos más esperados de la noche, básicamente porque todo el mundo quería ver lo que pasaba en caso de cruzarse con Brad y Angelina (que, al final, ni fueron). Pero yo esperaba este regreso por otros motivos, y es que es de las primeras veces que vemos a la actriz sobre la red carpet desde el final de Friends. Y, si yo supiera que me va a estar mirando medio mundo, no creo que un sencillo diseño en negro con abertura lateral fuera mi elección. Dicho esto, le agradezco que lleve un Saint Laurent y creo que le sienta francamente bien, pero eso no quita que espere algo más espectacular de cara a los SAG.

También regresaba a la alfombra roja Katie Holmes, luciendo para ello un custom made de Marchesa en color berenjena. El vestido no está mal y lo cierto es que resulta más que correcto para alguien que va a un evento sin saber muy bien por qué (¿esta chica sigue haciendo películas?), pero faltó pulir un poco más los detalles. Personalmente, su coleta ladeada no me gusta.

Laura Carmichael probablemente merezca estar entre las mejor vestidas de la noche, pero la escasa fama de la actriz de Downton Abbey y la sencillez de su estilismo le han pasado factura en una alfombra roja llena de celebrities. El nivel anoche era muy competitivo y creo que el look de la actriz pasó bastante desapercibido, pero nosotros queríamos incluirla porque lució un vestido vintage de James Galanos. Sin duda, el diseño es muy favorecedor y exquisitamente sencillo, incluso diría que parece hecho para la actriz. Laura nunca ha sido de destacar, pero puede que estemos ante uno de sus mejores looks.

Mucho más revuelo alzó el Valentino de Claire Danes, aunque yo debo confesar que me posiciono de parte de sus detractores. Es más que evidente que no merecía estar entre las peores de la noche, porque la protagonista de Homeland tiene la suficiente clase como para lucir bien el diseño que se proponga. Sin embargo, creo que la transparencia en tul del escote le jugó una mala pasada... y, por otra parte, también pienso que este diseño era carne de editorial en alguna sesión de fotos para una revista de moda.

La apuesta de Michelle Monaghan fue una apuesta ganadora, como siempre, pero es innegable que pasó bastante desapercibida. Solamente tengo buenas palabras para su vestido de Jason Wu, pero al verlo he tenido una sensación de déjà vu y es que a lo largo del 2014 vimos bastantes vestidos de corte fluido y escote de inspiración lencera (ahora mismo recuerdo uno muy similar que llevó Anne Hathaway). ¿Que el de Michelle supera con creces todos los anteriores? Puede, pero en esta alfombra roja pedimos innovación.

El único Elie Saab de la noche vino de la mano de Kate Beckinsale y es evidente que la británica estaba guapísima. No obstante, tengo la sensación que podría cortar y pegar aquello de "como siempre, el diseño del couturier libanés destaca por su impecable corte y sus preciosistas aplicaciones" y la descripción encajaría perfectamente. Y también es algo que hemos escrito más de un centenar de veces, así que debo admitir que este look carece de interés para mí.

"Poner toda la carne sobre el asador" es una expresión que Jennifer Lopez ejemplifica mejor que nadie, y para prueba el vestidazo de Zuhair Murad que lució la diva anoche. Mi única excusa para no incluirla entre las mejores es que no termina de ser un estilo que me guste, pues no puedo evitar pensar que el escote en V tan pronunciado y la abertura de la pierna (sobre todo esta última) terminan por restar glamour a un vestido capa que supone uno de los vestidos más espectaculares que vimos. En cualquier caso, buena nota para JLo.

Por su parte, el #TeamVersace tuvo su mejor noche, pues vimos hasta cinco diseños de Donatella sobre la alfombra roja y cuatro de ellos han logrado colarse entre los mejores. ¿La excepción? Heidi Klum, tan espectacular como siempre. Porque no hay nadie mejor que ella para llevar los vestidos de la italiana, pero creo que anoche hubo vestidos en rojo mucho más sorprendentes y favorecedores que este. De haber tenido más lugar entre las mejor vestidas, Heidi hubiera estado dentro.

No me producen tanta ilusión los diseños en blanco nuclear, pues es para mí uno de los colores más difíciles de defender (aunque no lo parezca) y los resultados no fueron lo suficientemente espectaculares para colarse entre lo mejor de la noche. La actriz Julia Louis-Dreyfus suele lucir siempre un corte similar a este y lo cierto es que le sienta fenomenal, pero las versiones en azul, rosa y negro que hemos visto en ella dan lugar a estilismos muchísimos mejores.

Más me ha costado excluir de las mejor vestidas a Emily Blunt, pues creo que la protagonista de Into the woods llevaba anoche un vestido digno de una ganadora (aunque al final se impusiera Amy Adams, por Big Eyes) pero reconozco que su estilismo me dejó bastante frío. En cualquier caso, la británica defendió maravillosamente bien este diseño de Michael Kors y sus joyas a base de turquesas fueron sin duda un acierto.

Tampoco figura entre nuestras favoritas su compañera de reparto Anna Kendrick, pues su look solamente despierta en mí aburrimiento. Y es una pena, porque su ball gown de Monique Lhuillier es todo un vestidazo y sus aplicaciones en color aframbuesado me parecen todo un acierto. Sin embargo, creo que el tul del vestido mimetiza demasiado con su tono de piel y me falta algo más de color en el maquillaje. Sumando a esto su falta de actitud, siento que me falta algo que le insufle un poco de vida a este look.

Y puede que Salma Hayek mereciera estar entre las peores, pues podríamos titular su estilismo "cómo echar a perder uno de los mejores vestidos de la noche". Porque es un lujo ser la única que lleva un Alexander McQueen, y más todavía si se trata de un ball gown con un tejido increíblemente exquisito y con unos brocados espectaculares. Pero claro, la sobreaccesorización de las joyas en plateado y el adorno floral del cabello (que por detrás es una monstruosidad) te dan ganas de mandar a esta señora a la quinta o la sexta esfera del Infierno de Dante (¿había alguna para la gente con mal gusto?).


Espero que valoréis lo que voy a hacer acontinuación: anoche hubo tres estilismos protagonizados por el amarillo y he conseguido no incluir ninguno de los tres entre los mejores de la noche. Porque, en realidad, estuvieron bastante bien pero lo cierto es que no fueron nada del otro mundo:

De haberse colado alguno de ellos entre los mejores de la noche, creo que Leslie Mann hubiese sido la afortunada. Que no os quepa ninguna duda de que su estilismo me encanta y lo cierto es que adoro un poquito más que antes a esta señora, pero no voy a negar que estamos ante un sencillo vestido columna con la única peculiaridad de que es amarillo. Eso sí, la actriz supo elevar el diseño de Kaufmanfranco a otro nivel gracias a sus complementos en verde esmeralda y su melena ladeada, todo un acierto.

Menos me convenció Jenna Dewan Tatum, pues el vestido que lleva es demasiado Carolina Herrera para ella sola. No me malinterpretéis: el diseño me parece tremendamente refrescante, tanto por su corte estructurado como por su color amarillo pastel, pero creo que Jenna se pierde dentro de un diseño con tanta tela. En su favor, diré que es un tipo de corte difícil de llevar para aquellas que tienen una figura menuda y no son demasiado altas, por lo que hace falta poner mucha actitud (léase, de nuevo, Amy Adams).

El tercer y último vestido en "el color de la mala suerte" (y, si no, que se lo digan a Molière) lo llevó la australiana Naomi Watts. La actriz, poco reconocida esta temporada por sus papeles en St Vincent y Birdman, brillará mucho más cuando acuda en calidad de nominada a los SAG, pero su look de anoche es como poco interesante. Su vestido de Gucci es sencillo pero eficaz y cuenta con el factor sorpresa del color amarillo, pero considero que ella misma ha "hundido" (relativamente) su estilismo al añadir esa gargantilla de Bvlgari en forma de serpiente. Es un complemento ideal, como ella misma nos ha demostrado en otras ocasiones, pero en este caso termina por competir en protagonismo con su vestido y creo que la joya termina ganando la partida.

¿Qué os está pareciendo la alfombra roja? En nada, volvemos con las mejores de la noche, reservándonos nuestro top 3 para el final.

O.