Anoche se celebraron los New York Film Critics Circle Awards, un evento que no teníamos en nuestra agenda debido a las escasas apariciones de famosos sobre su alfombra roja. Sin embargo, este año no podemos dejar pasar el estilismo que nos dejó Marion Cotillard, favorita de la crítica neoyorquina por su magnífico papel en Dos días, una noche.
Como de costumbre, la actriz francesa volvió a demostrarnos que ella es la mejor embajadora posible para la firma Christian Dior, pues lleva el chic de la moda francesa en los genes (no como
Y lo cierto es que podríamos haber titulado la entrada con la frase "Marion Cotillard lo ha vuelto a hacer", ya que este estilismo vuelve a presentarnos las mismas claves que siempre hacen triunfar a la intérprete francesa sobre la alfombra roja: la construcción de un estilismo donde la simplicidad y el minimalismo del look de belleza y los complementos lo son todo, dejando que el vestido elegido hable por sí solo. En esta ocasión, la musa del diseñador belga Raf Simons se decantaba por una creación perteneciente a la colección Pre-Fall 2015. Siendo ella la encargada de estrenar esta colección fuera de la pasarela, un honor al alcance de pocas, sorprende que Marion haya escogido un vestido en corto y de color negro, aunque este diseño termina por ser mucho más que un simple LBD.
Es evidente que este look no nos emociona especialmente y que ver vestida a Marion de Dior es algo ya más que habitual, pero tampoco puedo decir que me haya decepcionado. Aparte del magnífico tratamiento de los volúmenes, que crean un corte simple pero muy eficaz, el principal atractivo del vestido es su cuello alto con una disposición a base de lentejuelas, un detalle que salva a este estilismo de caer en el olvido.
Respecto a su look de belleza, la francesa mantiene ese maquillaje neutral que la caracteriza, esta vez con un ligero toque azul en su sombra de ojos que nos encanta. Una sencilla coleta es lo único necesario para cerrar este estilismo que, como ya os decía antes, se basa completamente en la simplicidad y nos ofrece una elegancia muy natural sin apenas esfuerzo, un aspecto característico en Marion.
Pese a mis alabanzas, no puedo evitar pensar que se trata de un estilismo impecable pero demasiado frío... ¿Vosotr@s qué opináis?
O.
No esta mal, pero tienes razon, se ve un poco frio y apagado. Besos
ResponderEliminarExacto, el resultado es bueno pero tengo la sensación de que podría ser mucho mejor. Un beso y gracias por comentar
Eliminar