lunes, 2 de diciembre de 2013

Lo mejor del Festival de Cine de Marrakech 2013


No sabéis la alegría que me he llevado al saber que, entre los miembros del jurado del Festival de Cine de Marrakech de este año, tenemos a famosas actrices como Marion Cotillard o Clotilde Courau. Y también a otras asistentes menos famosas pero que igualmente nos han regalado looks de escándalo.

Y yo que me alegro, porque con tan solo la jornada de inauguración y una cena con los reyes de Marruecos, ya tenemos una serie de estilismos dignos de mención. Esta semana la empezamos ya con poco tiempo, pero si Marion Cotillard y Dior nos reclaman, tened por seguro que allí estaremos.




Hasta hace unos minutos no sabía de la existencia de Melita Toscan du Plantier, una productora de cine francesa, pero después de esto creo que recordaré bastante su buen gusto. Luciendo dos creaciones de Dior y una de un diseñador local, vimos tres facetas muy distintas de esta señora en tan solo un par de días. En esta fotografía, la vemos lucir una creación de Raf Simons para Dior que destaca por su sencillo escote palabra de honor, su fluido corte y la textura granulada que intuimos en el tejido. Un look nada arriesgado, pero sin duda ganador.




Teniendo en cuenta el lugar donde se celebra el Festival, auguro grandes looks protagonizados por la influencia oriental. Y el primero de ellos nos lo trae la propia Melita de la mano de una túnica que respeta los cánones tradicionales de la indumentaria musulmana y que destaca por los ricos bordados en los puños, el cinturón y el eje central del vestido. Firmada por Abu Jani Sandeep Khosla, no me cabe la menor duda de que sus bordados y su trabajo se han realizado enteramente a mano, como buena muestra de la artesanía textil árabe.




Pero la productora francesa ha despertado mi adoración gracias a este precioso diseño, que vuelve a estar firmado por Dior. Sin duda, lo mejor del look viene de la mano de esa inesperada contraposición entre el minimalista bustier negro y la cargada falda con un acentuado bajo asimétrico. Centrándonos en ella, vemos el maravilloso trabajo conseguido sobre el tejido de jacquard, que supone una reinterpretación de los clásicos motivos vegetales tan presentes en las colecciones de Dior. Además, unos zapatos plateados y un look de belleza sencillo son justo lo necesario para cerrar este look.




Y parece que Dior ya se ha alzado desde un principio como diseñador dominante de este certamen, porque la actriz francesa Elsa Zylberstein también recurrió a uno de sus diseños para el estreno de Like Father, Like Son. Ya sabéis que no soy muy amigo de esos detalles drapeados a la altura de la cadera (en especial desde que se lo vimos a Jennifer Lawrence), pero por algún motivo creo que la pose de la actriz y la sencillez de este monocromático look terminan por convencerme. Quizás un recogido hubiera funcionado mejor, pero no le veo grandes pegas al look tal y como está.




Por su parte, Elsa escogió un diseño del libanés Elie Saab para la première de A Thousand Times Good Night. No creo que merezca mucha atención, porque ya estamos acostumbrados a la gélida perfección de estos vestidos cuajados de paillettes, pero no podemos negar que la actriz le ha dado ese acabado tan elegante (y tan francés) que necesitaba, mediante un clutch de satén negro y un look de belleza mucho más acertado que el anterior.




Eso sí, el mejor estilismo de Elsa Zylberstein es, con diferencia, el que lució en la ceremonia de inauguración. Nunca he sido muy fan de los vestidos de princesa de Zuhair Murad, pero os recuerdo que este estaba entre los diseños que deseé ver en la alfombra roja a lo largo de esta temporada (he aquí la prueba). Como ya dije en ese momento, el vestido no nos aporta nada nuevo, pero su encaje y sus brocados son sencillamente deliciosos. De nuevo, un recogido es mi única recomendación para mejorar el resultado final.




Pero si después de la imagen anterior ves a Clotilde Courau vestida de Elie Saab, está claro que Elsa sale perdiendo por todos lados. Comparar un Zuhair Murad con un Elie Saab es como comparar la mortadela con el jamón de pata negra, y más si es la elegante Clotilde quien se encarga de lucir el segundo diseño. Es más que evidente que los bordados hechos a mano y con incrustaciones de perlas confeccionados por el taller de Elie Saab salen ganando, del mismo modo que nos encantan esos puntos del vestido donde parece confundirse con la piel de la actriz. E iba a decir que este look de Clotilde Courau era perfecto (que lo es), pero entonces no sabría cómo definir su siguiente aparición.




Este momento en que la actriz francesa se planta con un vestido de Valentino en color amarillo neón ante la realeza marroquí me parece simplemente divino, si queréis que os diga la verdad. ¡Qué grande que es esta señora! Intentando ser objetivo, diré que el clutch negro de Roger Vivier no me parece la mejor opción, pero no creo que tenga una alternativa para combinar con el amarillo neón... Así que, como no puedo aportar ninguna solución, yo se lo permito.


Y cerramos la entrada con tres estilismos de mi adoradísima Marion Cotillard:




Y ella nos recuerda por qué es la mejor embajadora de Dior, con tres looks de la firma. ¡Mira y aprende, Jennifer -no tengo actitud para posar- Lawrence! Sinceramente, el diseño es de lo más difícil (y probablemente feo) de la última colección de Raf Simons: tirantes asimétricos, rayas horizontales (que todo el mundo sabe que engordan), transición entre falda abullonada y falda tubo, longitud de falda de té... Tenía todas las papeletas para salir mal, pero ese chic francés que le aporta Marion a todo lo que se pone hace que me encante, en gran parte gracias a su sencilla coleta y a ese inesperado toque lavanda de sus sandalias.




Os traigo (casi) en exclusiva un look que Marion acaba de regalarnos hace menos de un par de horas. No sé lo que opinarán en otros sitios, pero me parece que la actriz es una rescatadora en potencia de causas perdidas del taller de Dior. De nuevo, no entiendo para nada la estructura del vestido: falda tubo troquelada en blanco nuclear con sobrefalda negra en forma de tulipán, un bustier con un horroroso acabado brillante con flores pegadas... Y esta vez ni siquiera me gusta su moño alto. Pero no sé si será por su clutch en pata de gallo, por su manicura efecto Tipp-Ex o por esos dramáticos labios borgoña, pero Marion vuelve a convencerme. La verdad, esto más que un vestido parece una obra para una exposición de indumentaria, igual por eso me gusta tanto...

No obstante, Marion fue más a lo seguro en la ceremonia de inauguración. Por eso, nadie podrá negar lo maravilloso que es el último look de esta entrada:




¡Oh Dior mío (y nunca mejor dicho)! Este se va de cabeza a los mejores del año, os lo digo desde ya. Para mí, el principal atractivo es el uso de puntos negros desiguales que hace Raf Simons sobre un fondo en color crema, consiguiendo así un estampado a medio camino entre la inspiración animal y la tribal. Además, la silueta del diseño es tremendamente depurada, con una caída que no puede parecernos más natural, sin marcar para nada la silueta de la actriz. Sin embargo, vuelve a ser ella la que consigue enamorarnos mediante un simple pero acertadísimo look de belleza:




Adoro ese recogido ladeado que combina la influencia del faux bob con un acabado asimétrico en forma de tirabuzón. Respecto a su maquillaje, Marion vuelve a utilizar esa sombra de ojos cat-eye que tan bien le funciona, dejando el resto al color nude. Impecable.

Bueno, por esto Marion Cotillard es una de mis famosas favoritas. Esperemos que su estancia en Marrakech sea larga y fructuosa.

O.

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