jueves, 2 de abril de 2015
Bibbidi Bobbidi Boo: así viste la "Cenicienta" de Kenneth Branagh
Érase una vez una película hecha con esmero que respetaba el espíritu de los clásicos animados de Disney... Así podríamos definir el nuevo filme de Cenicienta que tuve el placer de ver ayer mismo, una película que en nada desmerece a la versión de Perrault sobre este cuento popular. Y no era tarea fácil, pues estamos hablando de la reelaboración de una de las películas animadas más emblemáticas de Disney.
De todos los aspectos reseñables, que abarcan desde el increíble reparto actoral hasta la no menos acertada banda sonora, nuestro propósito es comentar el vestuario "de cuento" (y nunca mejor dicho) a cargo de la tres veces oscarizada Sandy Powell. Y esto pinta tan bien que quizás vaya de camino hacia su cuarto Academy Award:
Y no podíamos comenzar nuestro análisis con otro vestido que no fuera el icónico ball gown en color azul que el hada madrina realiza para que la Cenicienta pueda ir al baile. Sin duda, Lily James aparece tremendamente favorecida con este voluminoso vestido en color azul, cuya mayor modificación respecto al original en versión animada consta de unos adornos en forma de mariposa que adornan la línea del escote. Si el vestido ya es toda una preciosidad en estas imágenes, lo cierto es que luce muchísimo más visto en movimiento, pues ya en el boceto se aprecia un exquisito degradado de colores en tonalidades lavanda, turquesa y azul pálido, que tiñen de belleza las doce capas de tul que conforman la falda. No podían faltar tampoco los zapatos de cristal, también adornados con sendas mariposas.
Si el vestido azul nos recuerda al clásico de Disney, algo muy distinto ocurre con el vestido de novia, pues Sandy Powell ha creado un diseño que, sin perder ni un ápice de la dulzura y del toque principesco que caracterizan al filme, presenta una imagen de princesa mucho más actual. ¿Quién dijo que hay que casarse de blanco? No es necesario, mucho menos si cuentas con un vestido tan espectacular como este diseño en color crudo con unos coloristas bordados florales y una elegante manga larga que mantiene la candidez y la ingenuidad (incluso, en ocasiones, ignorancia) del personaje de Cenicienta. Todo un acierto.
Toda princesa necesita a su príncipe azul (y viceversa, porque las princesas Disney son cada vez más independientes, y eso nos gusta), así que no podía faltar un apuesto Richard Madden en el papel del Príncipe Kit. Quizás sus atuendos no figuren entre las piezas más llamativas de la película, pero sus estilismos también están cuidados hasta el más mínimo detalle, gustándonos especialmente las diversas levitas con bordados de motivos vegetales que luce a lo largo del filme. Sin duda, la inspiración fundamental de Powell para estas piezas se encuentra en la indumentaria militar y cortesana del siglo XVIII, como vemos en el cuello cerrado y en el tipo de abotonadura.
Mi personaje favorito de este cuento siempre ha sido el hada madrina, así que os imaginaréis mi emoción al averiguar que la maravillosa Helena Bonham Carter sería la encargada de interpretar este papel. Con mucha gracia y algunos despistes de por medio, quedé gratamente sorprendido con un hada vestida à la María Antonieta que lucía el que quizás sea el vestido más vistoso de toda la película. Para confeccionar esta pieza, Powell necesitó 125 metros de tela, 400 luces LED, miles de cristales de Swarovski... y muchas horas de trabajo. La pomposidad de la voluminosa falda y los distintos adornos con bordados, destacando la gorguera de la parte posterior del cuello, nos regalan un estilismo nada discreto para un hada que es de todo menos sencilla.
Sin embargo, el mayor esfuerzo (y con diferencia) en el diseño de vestuario lo encontramos en las piezas que luce la malvada Lady Tremaine, una madrastra de cuento reinventada cual malvada fashionista (como Meryl Streep en El diablo viste de Prada pero en versión Disney). Si os digo la verdad, este personaje nunca me había despertado especial interés, pero la interpretación de Cate Blanchett le da un giro muy interesante. Además, ya os comentaba que las piezas de vestuario más complicadas las encontramos en su armario, pues mezclan de un modo inesperado la característica inspiración de cuento de hadas con la estética de la mujer elegante y sublime de los años 40 y 50. ¿No os recuerda la falda de este vestido a los diseños de Christian Dior? ¿Y qué me decís del cuello casi escultórico de este diseño?
Indudablemente, el vestuario de la madrastra es el más cuidado de la película, mostrándose en muchos de los diseños que luce una nada sencilla combinación entre las siluetas historicistas de los siglos XVIII y XIX junto con una elegancia que parece inspirada en las actrices del Old Hollywood. Vestir a Cate siempre es un privilegio y creo que su unión con el vestuario de Sandy Powell ha dado lugar a una de mis villanas favoritas de cuento (y del cine en general) desde ya. Exquisitamente sobreactuada y glamurosamente vestida, como debe ser.
Bien distinto es el caso de las hermanastras, con Sophie McShera y Holliday Grainger dando vida a las siempre odiosas (y estúpidas) Drizella y Anastacia. Como dijo la propia Powell, sus vestidos están hechos "para que parezcan feos, barrocos y exagerados", algo que sin duda ha conseguido. Desde luego, su volátil y malicioso carácter ha encontrado el reflejo perfecto en unas telas con estampado floral de inspiración dieciochesca que reciben su perfecta réplica mediante un contrastado maquillaje y unos complementos nada discretos.
Además, es evidente que la moda tiene una presencia más que significativa como asunto secundario en la película. Así pues, vemos a Cenicienta ayudando a vestirse a sus déspotas hermanastras, ajustando sus miriñaques y atando sus corsés cuando llega la hora de arreglarse para el baile. No falta tampoco una escena de compras en el pueblo. Eso sí, la pomposidad y el barroquismo (también el kitsch, diría yo) llegan a su máximo exponente durante el baile en palacio, con una Cate Blanchett elegantísima, dos hermanastras que parecen haberse escapado de un escaparate del Desigual del siglo XVIII (o de Pimkie, en su defecto) e incluso alguna que otra princesa tocada con mantilla.
No sé si ya habréis ido a ver la película, pero os la recomiendo muy encarecidamente en todos los sentidos. El mayor mérito de Sandy Powell radica en la capacidad de acompañar unas magníficas actuaciones con un vestuario que capta la dimensión psicológica de los personajes, respetando la estética de cuento pero sin abandonar una inspiración que lo hace tremendamente moderno. Un mérito que bien podría colocar una cuarta estatuilla en su estantería, ¿no os parece?
O.
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Que trabajazo de vestidos!besos
ResponderEliminarLa verdad es que sí, y vistos en movimiento son todavía más espectaculares!!! Un beso
EliminarQuieor ir a verla und ia de estos. Ya te contare. Un beso
ResponderEliminarPues te aseguro que te gustará, es tan bonita como la original, incluso más en algunos aspectos. ¡¡Espero tu opinión!! Bss
EliminarYo todavía no la he visto pero creo que va a ser como Maleficient que me sorprendió muy gratamente. Mi personaje favorito en esta ocasión es la madrastra, Cate es la actriz perfecta para darle ese toque que describes tan bien,entre fashionista y mala malísima.
ResponderEliminarEl diablo viste de Prada es otra de mis pelis favoritas, que lo sepas ;)
Y si, el vestido me recuerda a aires de la Maison Dior.
Un besito ^^
Pues te aseguro que te gustará, pese a que esta película no es tan innovadora como Maléfica... De hecho, a mí me gusta bastante más que la de Jolie y me encanta que respete el cuento original. ¡¡Y yo también soy muy fan de El diablo viste de Prada!! ajajjaja
EliminarUn beso :))
Tengo ganas de ver esta película, los vestidos son preciosos! Y es verdad que en el baile las hermanastras van muy a lo Desigual de la época, jaja!
ResponderEliminarUn beso!
La recomiendo muchísimo, en algunos aspectos (sobre todo en la madrastra fashionista) me gustó incluso más que la versión original. ¡¡Ya me contarás qué te parece!!
EliminarBesos
Yo vi la película y aunque soy muy de cuentos de hada me aburro un pelin jajajaj pero respecto a los atuendos que vistieron en la película no tiene nada de aburrido sino espectacular.
ResponderEliminarQuien no querría vestir el super vestido de Cenicienta y sentirse como ella una vez en la vida!!
Yo coincido contigo con la Hada Madrina...me parecido alucinante el vestido y ademas Helena estaba guapísima, lo cual me sorprendio.
Los vestidos de Cate eran alucinantes y muy rococos, con mucho detalle y mucho curro.
Genial tu post!!! Como siempreeeee
Yo quedé encantado de la película, y enamorado del vestuario, eso no hace falta decirlo jajajja Todas muy guapas en la película, aunque Helena fue mi mayor sorpresa y bueno... Cate tan soberbia como siempre!!
EliminarUn beso y gracias por pasarte :))
¡Hola de Nuevo! :)
ResponderEliminarLa película no estuvo mal, pero lo que más me gustó, fue el vestido de novia que luce al final de la película, es precioso, me quedé sin respiración al verlo, para mí, es más bonito que al azul que lleva en el baile, que es ya de por sí, impresionante.
¡Un beso! :)
¡Buenas tardes! A mí la película me encantó, en especial por la villana tan fashionista que es Cate Blanchett... En cuanto a vestidos, también me quedo con el de novia y con el de hada madrina, me parecen preciosos. ¡Besos!
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