Después de un día de descanso (y no creáis que ha sido por voluntad propia ni por ganas de estudiar, más bien es porque las famosas están muy paradas a nivel de looks últimamente), volvemos hoy para comentar los estilismos que nos dejaron ayer las actrices de Pretty Little Liars en el estreno del capítulo número 100.
Sinceramente, es una serie que he visto tan solo hasta la segunda temporada (y no tengo muy claro que vaya a seguir, la verdad...), pero siempre es agradable ver a sus jóvenes actrices y hablar sobre los vestidos que escogen para cada ocasión:
Como (casi) siempre, la mejor vestida del evento fue la actriz Lucy Hale, que suele ser la más arriesgada del reparto. No era difícil destacar entre muchos vestidos en color blanco y negro, pero lo cierto es que la actriz lo hizo francamente bien con este conjunto en dos piezas que destaca por su estampado de inspiración psicodélica y el corte en crop top de la parte superior. Nunca he sido yo especialmente fan de esta tendencia, pero la verdad es que a Lucy suele sentarle de maravilla.
Como os decía, el blanco fue uno de los colores de la noche, y de todas las que apostaron por él, yo me quedo con Ashley Benson. En esta ocasión, la actriz que interpreta a Hanna optó por un vestido de la firma Camilla and Marc, que destaca sobre todo por el bonito efecto asimétrico que vemos en el bajo de la falda. Eso sí, yo hubiera optado por algún color flúor en los complementos, pues el negro resta luminosidad al look. Por su parte, Troian Bellisario se mantuvo fiel a su estilo más sofisticado y apostó por un diseño en manga larga que no nos termina de convencer, esencialmente por el extraño efecto de la sobrefalda en gasa. Tampoco nos entusiasman los cordones de sus zapatos.
Más acertada estuvo la actriz Sasha Pieterse, que prefirió mantener un estilo sencillo pero tremendamente eficaz. Así pues, elementos como el cinturón metalizado o el corte de inspiración geométrica de la falda son una buenísima apuesta, aunque pienso que el collar sobraba claramente con el cuello redondo del vestido. La más sexy de la noche fue Shay Mitchell, quien volvió a mostrarnos su cuerpazo gracias a un pegado minivestido negro de efecto cut-out en los laterales y en la espalda. Eso sí, sus salones en tono crudo son un calzado más que mejorable.
Pasamos ahora a completar el reparto de la serie con otras tres actrices que prefirieron apostar por el color. En primer lugar, vemos a una poco favorecida Janel Parrish que falló al decantarse por un vestido excesivo para el evento (a las proyecciones de series no se va de largo a no ser que seas alguien importante, si no, es que tienes complejo de actriz de cine) y un maquillaje igualmente exagerado para su edad. Más acertada estuvo la actriz Torrey DeVitto con su bonito vestido de color verde, que destaca por su depurado corte y su impecable largo midi. De nuevo, los zapatos son el mayor problema. Finalmente, creo que la peor vestida de la velada (quizás junto a Janel) fue Tammin Sursok, con un vestido en color rosa chicle con unos brillos que no desearía ni para mi peor enemiga.
Sinceramente, más que quedarme con algún estilismo en concreto, lo que me gusta es esto:
Entre tantos salones desastrosos (y eso que a mí me gustan, pero los colores los eligieron mal a más no poder), dos de las actrices mencionadas antes acertaron de lleno en lo que se refiere al calzado. A la izquierda, veis las sandalias de piel de pitón en color magenta oscuro que llevaba la actriz Lucy Hale, mientras que a la derecha vemos las sandalias de inspiración punk que eligió la actriz Tammin Sursok. Pese a que esta última llevaba un vestido en color rosa chicle horrible, lo cierto es que su pedicura efecto Tipp-Ex y sus sandalias con pinchos nos encantan.
¡Volvemos cuando tengamos más novedades!
O.
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