Estilismos de series: Colándonos en la familia real británica con "The Crown"

Mientras sigo superando la ausencia de Amy Adams entre los nominados a los Oscars (que me costará), hoy dedicamos nuestro post a una de las series que arrasó en los pasados Globos de Oro y que promete hacer lo mismo en los SAG Awards de este domingo. Y, de nuevo, la factura es británica:

Me resistía a ver la primera temporada de The Crown, la última sensación de Netflix... Pero por muchos motivos (pocas ganas de estudiar, mi amor por Victoria, los premios a sus actores, etc.) he caído rendido a sus pies. La serie, planeada en principio para 6 temporadas (con Helen Mirren como supuesta protagonista en la última), nos presenta la vida de Isabel II del Reino Unido, entrando en sus entresijos más íntimos. Al cambiar de década cada temporada, los actores variarán al finalizar cada tanda de episodios. En su primera parte, Claire Foy es la protagonista y Michele Clapton (multipremiada por Juego de Tronos) la encargada de coordinar el diseño de vestuario.

La serie se inicia en el año 1947 con una joven Isabel de 21 años a punto de contraer matrimonio, siendo su vestido de boda la primera gran réplica de un diseño histórico que vemos en la serie. Evidentemente, diseños como este llevan a su espalda horas de trabajo artesanal con una detallista elaboración de sus cuentas a base de aplicaciones... Y algún que otro problema, pues Clapton cuenta que los rollos de tela actuales no son tan anchos como los utilizados en los años 40, por lo que tuvieron que recalcular las proporciones de la cola del vestido nupcial.

Sin duda, existe una impagable tarea de documentación bibliográfica y búsqueda de fotografías de archivo, algo especialmente evidente en el diseño que luce para la ceremonia de coronación (con su respectiva capa, manto, sobrefalda y un largo etcétera). En este caso la solución fue más veloz, pues la casa Swarovski había confeccionado una réplica para una exposición reciente y la serie pudo utilizarlo en cesión. Le quedaba un poco largo a Foy, pero nada que unos buenos tacones no pudiesen arreglar... Y se hizo la magia.

Muchos de los momentos de la serie se hallan dedicados a los quehaceres habituales de la soberana, algo que (seamos monárquicos o no) nos ayuda a entender el papel que cumple esta institución en el contexto británico. Y estos quehaceres implican desde las audiencias semanales con el primer ministro, momento en que vemos a la reina con vestidos formales en largo de té en una paleta de colores oscuros (que podríamos considerar su "uniforme", junto a los broches y los collares de perlas), hasta la asistencia a bailes y acontecimientos sociales, eventos en que se despliega la más variada gama de vestidos largos, estolas de piel, joyas y condecoraciones varias.

Otra de las obligaciones de la monarca británica es su viaje por los distintos territorios de la Commonwealth, incluyendo varios de los territorios coloniales de la corona. Es aquí donde podemos ver a la Isabel más juvenil y distendida, luciendo diseños más coloristas y ultrafemeninos. Lejos de ser más sencilla la confección de estos diseños, la falta de documentación en relación a los momentos de mayor intimidad de la regina conlleva una compleja tarea de creación, apoyándose en la paleta de colores y los cortes que protagonizaban los diseños vistos en las revistas de moda de la época.

No podemos agotar aquí el vasto abanico de personajes secundarios que aparecen en la serie, encabezados por el político Winston Churchill (un John Lithgow en estado de gracia), la conocida Reina Madre (Victoria Hamilton), la atrevida princesa Margarita (Vanessa Kirby), el matrimonio formado por Eduardo VIII (Alex Jennings) y la divorciada americana Wallis Simpson (Lia Williams) o la reina María, abuela de Isabel II (Eileen Atkins). En total, más de 20.000 piezas de vestuario de época, con varios centenares de ellas confeccinadas completamente a mano. Y eso por no mencionar el espléndido trabajo de joyería, peluquería, maquillaje y otras tantas cosas más.

¿Conocíais la serie? ¿Os habéis animado ya a ver su primera temporada y esperáis con ansias la segunda (como yo)? Espero que la entrada os haya resultado entretenida,

O.