Estilismos de series: La regia elegancia de "Victoria"

¡Buenos días! Sin perder de vista la alfombra roja internacional, pues este mismo domingo se celebran los Critics' Choice Awards, rescatamos hoy una de mis secciones favoritas. Y lo hacemos con una serie reciente cuya primera temporada me ha enamorado, en gran parte gracias a su protagonista y al vestuario de esta:

Si hay algo en lo que destaca la televisión británica es en las series históricas, algo que ha vuelto a demostrar la cadena ITV en Victoria, apostando por recrear la vida de una de las monarcas más longevas de la historia europea. La serie se inicia con la muerte de Guillermo IV y con una joven Victoria (magistralmente interpretada por Jenna Coleman, que parece nacida para el papel) preparada para ser reina. En esta primera etapa, aislada en el palacio de Kensington en un ambiente de luchas de poder (fundamentalmente entre su madre y John Conroy contra la institutriz Lehzen), vemos a una inocente Victoria que luce vestidos en una paleta de colores clara con escote tipo barco y mangas abullonadas y tipo farol. El corsé, cómo no, es la prenda imperante.

Uno de los momentos más espectaculares en esta primera temporada es el de la coronación, ceremonia que cuenta con una ambientación cuidada hasta el más mínimo detalle. En lo que al vestuario se refiere, James Keast estuvo a cargo de los primeros cuatro episodios, para ser reemplazado posteriormente por Rosalind Ebbutt, salida del equipo de producciones tan insignes como la película Anna Karenina o la exitosa serie Downton Abbey. Vestida de blanco, encorsetada y con una capa en color púrpura imperial, vemos aquí una versión más regia de Victoria. A destacar su peinado con trenzas en torno a las orejas, documentado históricamente como uno de sus favoritos, pues se trataba de un peinado au courant llegado desde Francia.

Sin duda, el excelente diseño de vestuario viene acompañado también por una impecable puesta en escena, pues se recoge a la perfección tanto el ritual que supone vestir a una reina (con su respectivo servicio, contando con una doncella en exclusiva para dicha tarea) como la indumentaria que requerían ciertas ocasiones especiales. Joyas, crinolinas, brocados y corsés reclaman su atención especialmente en contextos festivos, pues conocida era la pasión de la joven Victoria por el baile. Sin desaparecer las luchas de poder antes comentadas, entra en juego una nueva ficha: lord Melbourne, primer ministro del partido liberal (Whig) y amor platónico de la reina. 

No obstante, pronto llegará a la vida de Victoria su marido, esto es, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo. Sin dejar de ser un asunto de estado, parece ser que dicho matrimonio estuvo muy bien avenido, en gran parte gracias a la aceptación de Alberto (consorte y alemán) de su "papel secundario" en dicho teatro del poder. En las imágenes inferiores vemos fotogramas de la boda, fielmente recreada de acuerdo con el propio diario de la reina, principal fuente de la serie televisiva. Para confeccionar el diseño, se usaron seda y encajes de las mejores manufacturas inglesas, inspirándose en el vestido auténtico (todavía conservado en Kensington Palace) y respetando el deseo de llevar un diseño completamente blanco que expresó Victoria en su día.

Los últimos capítulos de la temporada están centrados en su vida como reina y esposa, cerrándose el octavo episodio con el alumbramiento de su primera hija. Pese a sus reticencias iniciales a ser madre (pues planeaba la sombra de la muerte de la princesa Carlota Augusta de Gales en el parto del que debió haber sido rey, justo dos años antes del nacimiento de Victoria), Victoria acabará dando a luz 9 hijos, todos ellos de su marido Alberto. No en vano se la conoce como "la abuela de Europa", pues 26 de sus 42 nietos se hallarán vinculados a una u otra monarquía europea. Pero esto será en próximas temporadas...

¿Qué os ha parecido la serie? No es una ficción que sorprenda por su argumento, pues se adapta de modo muy fiel a la biografía de la reina, pero la calidad de su producción (que, cuantitativamente, ha costado 10 millones de libras en sus ocho episodios) bien la convierte en una joya y un deleite visual. ¿Os animáis a verla?

O.