Si hay un desfile que espero con especial ansia cuando empieza la Semana de la Moda de París ese es sin duda el de Chanel, pues la maison francesa con Karl Lagerfeld al timón nunca deja indiferente a nadie. Y ya sabéis que yo y Patricia no podemos ser imparciales, pues cualquier cosa que lleve la firma de la casa francesa nos hace entrar en un estado de eternos suspiros que nos dejan al borde del colapso fashionista (en el mejor sentido posible, no como nos ocurre con Versace).
Y, como siempre, hay una serie de socialités que no pueden faltar en el front row de Chanel, a las que yo siempre busco para ver con qué nos han sorprendido esta vez:
Miroslava Duma tiene la extraña costumbre de no vestir por norma general del diseñador que organiza el desfile, así que no me ha sorprendido verla aparecer con esta creación de JW Anderson. Y digo creación porque no tengo muy claro si es una capa, un jersey de cuello vuelto o qué es... solo sé que me encanta, y con eso es suficiente. Me gusta todo, desde la mezcla de colores de la prenda hasta la original combinación con los vaqueros en largo capri y los complementos en negro. Por su parte, la recién casada Poppy Delevingne prefería un vestido en un suave color malva a base de encaje, que conjuntaba con un bolsito de la firma quizá demasiado contrastado. No menos nos ha gustado Lily Collins, pues la actriz ha acertado al apostar por la superposición en su conjunto de una lujosa falda a base de cuentas y un sencillo jersey con estampado en color azul marino.
La actriz Kristen Stewart nunca ha sido especialmente santa de nuestra devoción, pero lo cierto es que su aspecto transgresor está muy en sintonía con el riesgo que asume Lagerfeld en sus colecciones. En esta ocasión, lo que más nos gusta son los pantalones semitransparentes en corte harem, que responden a la inspiración oriental de la pasada colección Resort 2015. Por su parte, la asiática Kwai Lun-mei (que ni idea de quién es, pero da igual) nos recordaba que la inspiración del oeste que protagonizaba la colección de Chanel inspirada en Dallas puede seguir dándonos muy buenos momentos.
Pasemos ahora a la colección, que como os decía antes me ha encantado. Una de las bases de la colección es el homenaje que Lagerfeld ha querido rendir al arquitecto e ingeniero Le Corbusier, pues sus volúmenes han estado especialmente presentes en la última parte de la colección. También ha habido lugar para el barroquismo, de la mano de los siempre preciosistas bordados de la maison:
Lagerfeld no diseña en especial para la alfombra roja en sus colecciones de Alta Costura. Y cuando antes tengas claro esto, antes podrás disfrutar de la colección, pues no hay que buscar los pomposos vestidos que sí vemos en firmas como Giambattista Valli, Valentino o Elie Saab. En esta ocasión, la colección empezaba con una serie de conjuntos en que bajo las faldas veíamos el uso de pantalones rectos por encima de la rodilla. Distanciándose totalmente de la inspiración sport de las pasadas colecciones, el káiser de la moda nos ofrecía una imagen de una mujer transgresora, cosa especialmente evidente en el peinado.
Y si alguna cosa esperamos ver en los desfiles de Chanel es la riqueza de materiales, pues la maison francesa siempre ha presumido del uso de tejidos como el tweed o la lana en todas sus variantes. Por eso, a los conjuntos en gris y negro que abrían la colección, pronto se han sumado piezas similares en otros colores que respetaban el original patronaje ideado por Lagerfeld.
Eso sí, los primeros suspiros que nos produce la colección vienen de la mano de unos espectaculares minivestidos, donde la riqueza de materiales, en especial de las aplicaciones, roza la exageración. Sin duda, nada tienen que envidiar estos vestidos cortos con falda de mucho vuelo a los mejores vestidos de noche, pues el preciosismo del que hacen gala es digno de las más importantes alfombras rojas. ¡Espectacular!
Además, las nuevas propuestas de Lagerfeld no están para nada reñidas con el color, pues las aplicaciones también han inundado diseños en tonalidades tanto de la gama cálida de colores (foto 1) como de la gama fria, especialmente los azules (foto 2). Del mismo modo, había vestidos de tul en un pálido y gélido color azul, aunque ya sabéis que a nosotros el tul no nos gusta demasiado, por lo que nos decantamos por las aplicaciones y los abalorios.
Pasamos ahora a una serie de propuestas que sí presentaban largo por el tobillo o por los pies, aunque no penséis que son algo convencional para llevar sobre la alfombra roja. Incluso quitando elementos como los mitones de tul o los complicados looks de belleza (que esperemos no salgan de la pasarela), sigue habiendo detalles como la falda abullonada del primer diseño o el increíble acabado glitter del último que gritan a los cuatro vientos que son 100% Chanel. ¡Y fijaos en que las deportivas de la colección Spring 2014 han sido sustituidas por unas sencillas sandalias anudadas en el tobillo! Parece que tito Karl ha dicho adieu a los tacones definitivamente...
Y esperad porque todavía nos queda por ver la última parte de la colección, posiblemente la que incluye los diseños más espectaculares:
Si hay algo que no se le hubiera ocurrido a nadie es mezclar la imagen transgresora de la colección con la inspiración clásica, pero ya sabéis que Chanel es especialista en romper los moldes. ¡Por eso nos gusta tanto! Así pues, nos fascina la riqueza de los bordados en dorado que inundan estos últimos modelos de la colección, que destacan todavía más gracias al fondo blanco nuclear. Por otra parte, esto no supone renunciar a las líneas de corte con un ligero efecto abullonado que han protagonizado esta colección. La pregunta es: ¿con tanto blanco, alguien se atreverá a lucirlos sobre la alfombra roja? Crucemos los dedos.
Seguimos con más diseños protagonizados por la misma fórmula. Si observáis con atención, los dos primeros presentan un corte recto que nos recuerda a las túnicas de la Antigüedad Clásica, una sensación que va en aumento gracias a la pedrería en dorado del primero y el efecto cuajado de aplicaciones del segundo. Eso sí, yo me declaro fan incondicional del vestido-abrigo que vemos en tercer lugar, con ese cuello y ese corte tan chanelescos. ¡In love total!
Y cerramos nuestra review con la "novia Chanel", un vestido sin el cual los desfiles de la casa francesa no serían lo mismo. Si bien es cierto que yo me quedo con la novia sport de la colección Spring 2014, Karl no se ha quedado corto de polémica tampoco en esta ocasión, pues ha decidido vestir a una novia embarazada. Manteniendo la inspiración de la última parte de la colección, el diseño sorprendía por la riqueza de bordados en la capa y el inmenso detalle en forma de broche que vemos en el punto central del escote en forma de barco.
Bueno, ¿qué os ha parecido la colección de Chanel? Para mí es de 10, como siempre, y no tengo duda de que será la que más me guste de toda la Fashion Week (como siempre también). No obstante, esta tarde daremos la oportunidad a Armani Privé, Ulyana Sergeenko y Alexandre Vauthier de que nos impresionen con sus diseños.
O.
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