Los 10 looks del día

Como viene siendo costumbre, vamos con el repaso de los estilismos más interesantes que nos han dejado las famosas durante las últimas horas.

Y ya os advierto, hoy estamos servidos de desastres... Aunque, para el final de la entrada, me guardo algún look que os gustará.

Comenzamos con los peores:

Para acudir a una fiesta organizada por la Academia de Hollywood, la joven actriz Elle Fanning apostó por un conjunto firmado por Carven. Sabemos que Elle Fanning mola (porque es, sin duda, una de las mejores promesas fashionista) y que la casa Carven nos encanta desde que contrató al director creativo Gillaume Henry... pero yo este look no lo veo. En primer lugar, aunque ya hemos visto a Elle echar mano de la inspiración colegial, no creo que esta sea la idónea para un evento nocturno. Además, no tengo muy claro que la contraposición entre el efecto brillo de la seda verdosa de la falda y el algodón arrugado de la camiseta sea muy favorecedora. Por cierto, Elle aparece con un aspecto descuidado inusual en ella (lo de los zapatos monstruosos ya lo tengo asumido).

En otra fiesta de Beverly Hills vimos a la actriz Lily Collins, luciendo este camisón vestido de Givenchy. Muchos han querido ver un look de 10, pero yo veo un desastre en toda regla: las arrugas antiestéticas del vestido, los salones de encaje, el ¿peinado?... En fin, que la chica está como para salir de casa con estas pintas.

También en la misma fiesta vimos a Selena Gómez, con un estilismo que tampoco nos convenció. En este caso, la cantante y actriz se decantó por un revelador (léase vulgar) diseño de Cushnie et Ochs. No es por nada, pero las arrugas de la falda son criminales y la abertura abdominal la hace gorda (y no lo está). Además, no logro explicarme qué debe haberle pasado con el pelo. Selena no es muy lista... ¿Habrá confundido la lavadora con un secador de peluquería?


Nos vamos ahora con los looks de transición:

El estilismo escogido por Natalie Portman para acudir a la Gala organizada por el Guggenheim está entre dos mares, ni nos gusta ni nos termina de disgustar (como los de antes, que podían ser buenos motivos para que Edipo se sacara los ojos). Y, como siempre, la actriz confió su estilismo a Dior, volviendo a la senda del "está bien pero no me emociona" a la que ya nos tiene acostumbrados. La verdad, el principal problema del diseño es que hace que me pierda... entre la parte superior de crepe, la caída de satén negro de corte asimétrico y el panel inferior del dobladillo con adornos azules no hay quien se aclare. Además, el maquillaje resulta terriblemente apagado y el photocall negro se come la poca vitalidad que todavía conserva la actriz.

También en este grupo encontramos a la actriz Stana Katic, que acudió anoche a la AFI Fest con un vestido de Halston Heritage. No es que el look no sea bueno, es simplemente que viene a ser lo mismo de siempre. ¡Vaya, un vestido con abertura lateral para enseñar la pierna, no puede ser! Además, el escote de inspiración camisera ni siquiera es bonito... Por cierto, ¿alguien entiende la lógica de llevar un vestido abierto por el lado pero con manga larga? Yo no me lo explico.

Por mucho que Kylie Minogue esté guapísima, no dejo de recordar lo mucho que suelen aburrirme los románticos diseños de Nina Ricci. Es necesario que alguien con mucha personalidad luzca estos diseños, porque sino los resultados son tan descafeinados como este. Sin duda, los volantes del vestido tienen un marcado estilo flamenco, creando una cascada que termina en forma de cola. Por suerte, la cantante ha sabido contener sus impulsos y conformarse con un discreto look de belleza y unas sandalias doradas, consiguiendo (por una vez) no echar a perder su look.


En tercer lugar, entramos ahora en los looks casi perfectos:

Para acudir a una presentación de Prada en París, la actriz Gwyneth Paltrow apostó por un diseño de la firma. Técnicamente, este look es perfecto... pero a mí no llega a enamorarme, por eso no entra en el grupo de los mejores. Cuando escuchamos el nombre de Prada esperamos riesgo, vanguardismo y desequilibrio, no un vestido de corte ladylike con abalorios y paillettes negros sobre un fondo rosa pálido. Además, Gwyneth nunca arriesga con su peinado ni con sus complementos, así que la condenamos a permanecer fuera de nuestras favoritas.

El look de Emma Thompson me ha sorprendido gratamente. Después de llevar unos años apartada de la élite hollywoodiense (por decisión propia) la actriz vuelve pisando fuerte de cara a los próximos Oscars. Lo que más me gusta de ella es que no tiene miedo a probar cosas distintas. Por eso, aunque su vestido estampado de Roberto Cavalli no termina de convencerme (y no digamos ya sus complementos), yo le doy un voto de confianza. Cuando coja un poco de rodaje, porque ahora está desentrenada, promete regalarnos looks de alfombra roja dignos de recordar.


Y nos vamos ahora con mis dos elegidas, con mis dos mejores looks de hoy:

La ventaja que tiene Leelee Sobieski es que, aunque es americana, parece francesa. Por eso, sabemos que cuando va vestida de Dior, el resultado promete. Sin duda, no es el look más elaborado que vimos en la Gala Guggenheim, pero ese es precisamente su mérito: pocas logran tanto con un vestido de corte gabardina y un cinturón ancho. Además, vuelve a dejarnos muy presente que el diseñador belga Raf Simons ha hecho que la maison francesa emprenda su regreso hacia los cánones del New Look de Christian Dior, dejando ya atrás los rocambolescos (aunque exquisitos) vestidos de John Galliano.

Yo soy el primer sorprendido: Jessica -me encantan los vestidos negros aburridos- Biel nos ha regalado un estilismo para enmarcar. Puede que la parte central esté un poco arrugada, pero yo se lo perdono, porque me encanta el contraste que aportan tanto el doble dobladillo (con una banda blanca y otra rosa brillante) como los detalles amarillos en el escote palabra de honor. Además, los zapatos parecen hechos para el vestido, pues combinan dos de los tonos mencionados anteriormente. Para poner el broche de oro a este magnífico look, una melena ladeada y un maquillaje en tonos tierra son más que suficientes.

Bueno, ¿a vosotr@s qué look os gusta más?

O.

Lo más destacado de los últimos días: Parte II

Seguimos con los estilismos que nos han dejado las famosas a lo largo del pasado fin de semana. Y si os ha gustado la primera parte, os aseguro que esta es todavía mejor.

Por cierto, ¿sabéis qué famosa cantante se ha casado en las últimas horas con un vestido precioso? Pues tendréis que llegar al final de la entrada para averiguar-lo.

Comenzamos el post con una de las rubias más alocadas de Hollywood, mi querida Reese Witherspoon (a quien, por mucho que haya ganado un Oscar, todos recordaremos por la serie de películas Una rubia muy legal). En este caso, la actriz posaba guapísima con una modificación de un vestido perteneciente a la colección Resort 2014 de Antonio Berardi. Sin duda, lo mejor es el estampado casi selvático que vemos en la falda de jacquard. Por otro lado, el bustier negro sirve como base para escoger el único complemento del look, unos salones negros de Manolo Blahnik. Con esto, una melena suelta y un maquillaje muy natural, Reese consigue crear un look simple pero eficaz (aunque puede que no pase a la historia de la moda por esto).

Después de ver esto, creo que es justo afirmar que Katy Perry es la mujer camaleón. De la protagonista de me paso la temática punk por el forro y voy de bizantina a la Gala MET o me pego las caras de la familia real británica en las uñas, llega el estilismo titulado "a que parezco una señorita bien a lo Jackie Kennedy". Este look, protagonizado por un delicioso vestido de Dolce & Gabbana con bordados florales de inspiración retro, resulta ser un giro de 180º en el estilo de la cantante. Vamos, que va de persona normal y está guapísima. Por cierto, lo mejor para conseguir esa inspiración de elegancia clásica viene de la mano de su bolsito de Chanel, con el habitual efecto acolchado de la maison francesa. Detrás vemos a su exnovio que ahora (al parecer) vuelve a ser novio. No me extraña que lo haya reconquistado con este look.

Seguimos ahora con una serie de looks vistos en London Film Festival, que anoche mismo tocó a su fin:

De la penúltima jornada, tan solo podemos destacar el original vestido de Alexander McQueen que llevó Ruth Wilson en la première de Locke. Sin duda, el diseño tiene una clara inspiración bélica, porque la zona del bustier está recorrida por una serie de bandas con cuentas en forma de diamante ensartadas que resaltan sobre un fondo de tul en tono gris perla. Además, para el frío que hace en la noche londinense, no hay nada que me pueda parecer más apropiado que el terciopelo negro como tejido fundamental en el vestido. Tampoco podemos obviar el cinturón, sin el cual el estilismo no sería el mismo. No pienso hablar de los zapatos ni de su look de belleza, porque el esfuerzo que se ha tomado en prepararlos parece ser más bien nulo...

Pasamos ya a la última jornada del LFF, evento para el cual Ruth Wilson ha escogido un diseño de Dior. Y yo que la adoro porque, respecto al Alexander McQueen anterior, ha conseguido crear un look radicalmente distinto. No suelen gustarme los vestidos con brillos, pero evidentemente el acabado del tejido (que parece casi plastificado) pretende conseguir ese efecto. Y me gusta, porque saca a la luz el componente vanguardista que el diseñador belga Raf Simons ha sabido incluir tan bien en las creaciones de la casa. Además, también reconocemos su firma en los originales zapatos. Dicho esto, aunque adoro la melena ladeada de la actriz, os voy a decir mis dos pegas: 1) ese ¿brazalete? me parece muy fuera de lugar... pero, sobre todo: 2) al imaginar el vestido en Marion Cotillard (embajadora del más puro chic francés dioresco), Ruth Wilson sale perdiendo.

La verdad por delante: el look que escogió Emma Thompson para la ocasión me produce sensaciones encontradas. Sabéis que me encanta cuando toda una señora de la actuación (léase Helen Mirren, Jane Fonda o la misma Emma) deciden divertirse con la moda y, además, nos venden sus looks con unas sonrisas que les quitan veinte años de encima. Pero, Emma, esto no. Valoro que su conjunto de Maria Grachvogel sea tremendamente arriesgado, pero hay varias cosas que no encajan mucho. Si bien puedo entender su blusa de organza con un estampado de paisaje difuso, no me pasa lo mismo con las proporciones de la falda. En una pena, porque el grueso jacquard está elegantemente trabajado, pero, junto con los botines, la sensación de acotamiento de la figura se hace más que notable. Estamos ante una de esas ocasiones donde la falda larga sería muy de agradecer.

A la hora de escoger mis looks favoritos de la noche, tengo que quedarme con dos. El primer gran momento lo protagoniza la joven actriz Saoirse Ronan, por razones obvias. Amante como soy de la inspiración masculina y del color burdeos (oscuro en el traje y claro en la blusa), no tengo más remedio que caer rendido ante este look firmado por The Kooples. Quizás, los botines de encaje de Nicholas Kirkwood me parecen una opción mejorable, pero se los perdono, ya que me encanta el contraste que crea entre su maquillaje lleno de luz y el conjunto oscuro. De 10.

Joanne Froggatt, una de las actrices de mi querida serie Downton Abbey, apareció con este conjunto de dos piezas (top de Hervé Léger y falda de John Rocha) en la ceremonia de clausura del LFF. A muchos no os gustará, pero este es uno de esos looks que encandilan a aquellos que somos fashionistas hasta la médula. Sinceramente, la falda en un bonito verde oliva oscuro parece ser un tumulto de hojas dispuesto a cobrar vida en cualquier momento. Y a mí eso me parece espectacular. Además, el escote palabra de honor y los salones de Louboutin con abalorios son justo lo que necesitaba. Quizás, en el look de belleza, sería recomendable un recogido, pero yo considero que la melena suelta enfatiza la sensación de sofisticación salvaje que nos ofrece este look.

Y, como lo prometido es deuda, terminaremos la jornada de hoy con Kelly Clarkson:

Las novias siempre suelen estar radiantes, pero en este caso estamos ante una imagen bucólica y romántica, de esas que a mí tanto me gustan. El traje, elaborado por la firma Temperley London a partir de mucha seda y encaje chantilly, incluye detalles tan elegantes como la manga larga (con una estructura en los puños de influencia victoriana) o una caída preciosa en la cola. Además, el recogido y la tiara que imita las coronas de laurel (que, de hecho, se parece mucho a la que lució Lady Mary durante su boda en Downton Abbey, firmada por Cartier) son simplemente perfectos.

Aquí cerramos el día de hoy. ¿Qué look os ha gustado más?

O.