Todo al brillo con Léa Seydoux y Toni Collette

Durante las próximas semanas disponemos de menos tiempo para dedicarle al blog y justamente por ello debo ser más selectivo a la hora de escoger qué estilismos comentamos. Así pues, ante la ingente cantidad de eventos que se han sucedido a lo largo de estas últimas jornadas, hoy centramos nuestra atención en dos looks protagonizados por un denominador común: un brillo muy bien puesto.

El pasado fin de semana hablábamos sobre un magnífico look de Allison Williams protagonizado por un vestido con paillettes brillantes de reflejos metalizados y decíamos que un recurso tan llamativo podía traducirse en éxito cuando se empleaba con esmero. Pues bien, apenas unas horas más tarde Léa Seydoux pisaba la alfombra roja de la première londinense de Spectre y lo hacía confiando en una de las casas de moda que domina con mayor maestría el uso de las aplicaciones, la firma italiana Prada. No hay custom made de Miuccia Prada que no desprenda un aura de lujo y vanguardista sofisticación, por lo que entenderéis que inmediatamente caigamos rendidos a los pies de esta obra de arte. Además del precioso contraste entre las aplicaciones doradas y las plateadas, observamos un cinturón que ayuda a modelar la silueta y supone al mismo tiempo un recurso rompedor en el pronunciado escote cerrado de la espalda. Ninguna queja sobre su look de belleza, que le permite (nunca mejor dicho) brillar con luz propia.

Quizás el estilismo que nos dejaba Toni Collette en la proyección neoyorquina de Miss You Alredy pueda parecernos a priori menos impactante, pero lo cierto es que el vestido escogido para la ocasión gana mucho en las distancias cortas. Y no es para menos, pues la firma de lujo Escada suele caracterizarse por el exquisito detallismo de sus creaciones y, pese a que los brillos de esta propuesta sean menos llamativos que los del Prada anterior, la actriz australiana luce impecable. Me encanta el juego de las aplicaciones iridiscentes dispuestas en paneles verticales de forma irregular a lo largo del cuerpo del vestido, aportando una apariencia líquida que contrasta con la mayor solidez de las aplicaciones cristalinas en relieve. Nos quedamos con su dinámico peinado a lo pixie y su actitud... y también nos quedamos con la sensación de que este vestido debía ser mucho más espectacular en movimiento, aunque ello no es óbice para reconocer la sofisticación de este look.

Teniendo en cuenta que nos movemos en el siempre peligroso ámbito de los brillos, la pregunta es la siguiente: ¿preferís deslumbrar (literalmente) como Léa Seydoux o apostar por la elegancia algo más "discreta" de Toni Collette? En esta ocasión, pese a que el segundo look es una matrícula de honor de manual, reconozco que el brillo del Prada me ha dejado simplemente con la boca abierta.

O.